Archivos para agosto, 2017

Bajo el cielo de Kafka (tres)

Publicado: agosto 31, 2017 en Uncategorized

Me levanté temprano, me palpé el cuerpo, comprobé muy despacio que no me había convertido en un parásito. Resoplaba mientras leía unas páginas de “La metamorfosis”. El día nos deparaba escenarios muy emotivos. La mañana era de sol pero no intensa como el día anterior. Íbamos a ir a la tumba de Franz Kafka, en el cementerio judío y para ello tomamos el metro. En la puerta del cementerio no dimos cuenta que debimos bajar en la otra parada y caminamos como un kilómetro para llevar al cementerio judío. Esta ruta no está llena de turistas. El cementerio estaba lleno de árboles, fresco. Tan fresco que vimos que una abuela había ido con el carrito de su nieto a pasar un buen momento acompañado de todas las almas. En la puerta del nuevo cementerio judío, así se llama, un señor con su kipá, muy amable, nos indicó que camináramos más por un largo sendero y que encontraríamos donde está el escritor de Praga. En una banca frente a la tumba encontramos a una chica japonesa que tomaba fotos con su móvil, pero muy discreta. Al ver la tumba saqué inmediatamente el libro de “La metamorfosis” y leí un párrafo que había escogido para esta ocasión. En la tumba está junto con sus padres y sus dos hermanas que murieron en un campo de concentración nazi (hay una placa de homenaje a ellas). Tener su tumba ante mí fue como un zurriagazo emocional, no pensé que llegaría hasta ella. Nos repusimos de la emoción y nos encaminamos al Museo de Kafka, nos recibe con una inmensa K a la puerta de la entrada. El museo rescata el ambiente en que vivía Kafka, hay escaleras con poca luz, habitaciones en claroscuro, bajas escalones, suenas pasos del suelo de madera, hay teléfonos donde al otro lado de la línea hay una persona que nos habla. Con la información del museo te formas una mejor idea (y te llenas de preguntas también) de la vida de este escritor silencioso de Praga. Era un reconocido burócrata, se puede ver un manual de seguro de la aseguradora que él pergeñó. Es nuestra capacidad de sublimación que hablan los psicoanalistas. Así buscando otras huellas de él llegamos a una de sus casas donde vivió, al lado del Castillo de Praga, que también lleva el nombre de una novela de él, “El castillo”, y pudimos ver la vivienda donde moró un tiempo con su hermana. Una casa pequeña y modesta, dicen que en ella escribió muchas de sus obras. Era de un gran simbolismo: al lado el poder del castillo en toda su magnitud y en una casita un escritor narrando los enredos del poder – recuerdo la angustia del personaje de “El proceso”. Desde el castillo dominas visualmente la ciudad, aquí adiós a la tranquilidad. Hay personas que suben y bajan con apuro al castillo y a los alrededores. Ya muy cansados, y lleno de Kafka, fuimos a comer en un restaurante coreano para cerrar el viaje.

Jean Guiraud, también conocido como Moebius en un autorretrato realizado en 1992.

http://www.eldiario.es/cultura/libros/Comic-arquitectura-historia-amor_0_671583373.html

Bajo el cielo de Kafka (dos)

Publicado: agosto 29, 2017 en Uncategorized


Museo de Kafka

Cada mañana en la habitación del hotel antes de recorrer las calles de Praga leía unas páginas de “La metamorfosis” en búsqueda del ambiente que vivía Kafka que contrastaba con la ciudad que veo por estos días. En la tarde mientras estábamos en el “Café Slavia” una ligera brisa, en el quicio de sus inmensos cristales, pareció llevarnos a esos días con la aparición de un tranvía antiguo, el espacio por unos segundos se llenó de esos aires pasados. Por las aceras adoquinadas de Praga también ambuló Dvorack, gran músico que lo escuché por primera vez en las orillas del río Charles en Boston. Como también el mismo escritor checo Milan Kundera de cuyas novelas hemos bebido a sorbos. Es cierto que desde Kafka hasta ahora ha pasado mucha agua por el río Moldava, la ciudad tiene otros derroteros dibujados por el turismo masivo. Hubo en régimen socialista, un período de transición y por estos días una economía de mercado. Es un país con una gramática emocional muy fuerte. Uno de mis recuerdos adolescentes de la entonces Checoslovaquia era la llegada de unas moto bajo las siglas MZ, al recorrer el Museo del Comunismo (el relato que guía este museo a ratos es sesgado pero merece la pena visitarlo. En la puerta hay una estatua de Lenin con una mano rota que lo dice todo, así como suena, me topé con una de esas motos y el recuerdo se disparó a esos tiempos adolescentes, así se unía la floresta con este país quien iba a pensarlo. Es una ciudad plurisecular como señala Magris. Un día casi entero nos pasamos recorriendo sinagogas por el barrio judío: Pinkas Synahogue, Klausen Synagogue, Old- New Synagogue, Maisel Synagogue. Hay muchas en Praga, y con mucha historia de por medio, pero la que más resalta a la vista es la denominada Spanish Synagogue, la sinagoga española, es impresionante desde el punto de vista arquitectónico. Casi a la puerta de esta hay una estatua homenaje a Kafka, los turistas masivamente hacen corros y colas para tomarse fotografías. No hay foto que dispares en que no salga un figurante anónimo (hasta yo mismo puedo salir en una). Uno de los lugares que impresiona es visitar el cementerio judío, el antiguo, donde las tumbas están casi unas sobrepuestas sobre otras, con lápidas que parecen las tablas rocosas y en hebreo. Al ver tanta gente caminando por sus calles peatonales, seguro que el esmirriado Franz no reconocería su ciudad.

Bajo el cielo de Kafka

Publicado: agosto 27, 2017 en Uncategorized


Centro de Praga

El año pasado se cumplió cien años de la publicación de “La metamorfosis” de Franz Kafka, seguramente que Praga se convirtió en un lugar de homenajes alrededor de este escritor checo que escribía en alemán, disfrutaba con sus amigos de las novelas de Robert Walser, que acudía a dar un paseo por el río Moldava que baña a la ciudad y que vivía con sus padres y hermanas. Llegamos después de esos fastos donde la bulla de la fiesta del aniversario había desaparecido. Días antes del viaje releía el texto de “La metamorfosis” traducida por Jorge Luis Borges ¿me transformaría en la cama como Gregorio Samsa? Este escritor supo traducir los sentimientos de la sociedad de su tiempo y de la que vendría. Luego de casi dos horas y media de vuelo desde Madrid llegamos a Praga alrededor de la dos de la tarde. La ciudad nos recibió con el cielo gris, muy fresco y lleno de charcos. En la mañana había llovido y dejaba sus huellas por las aceras. Mirando el mapa urbano me di cuenta que estábamos a unos minutos del río Moldava, como persona de la floresta esbocé una ligera sonrisa para mis adentros – casi siempre busco un río y S lo sabe. Lo primero era reconocer el terreno y pasear por el centro de la ciudad de la que estábamos a unos minutos a pie. Es verano y Praga es una ciudad que atrae a muchos turistas y la zona del barrio judío está inundada de ellos. En esa caminata por el centro el hambre nos hizo aterrizar en un restaurant tailandés, la ciudad está llena de restaurantes orientales, seguro que nuestro amigo Franz no la reconocería. La comida era un homenaje, inconsciente, al escritor de la calle U radnice 5, en el sentido de que la ciudad de entonces no es lo que es ahora. Me propuse buscar la casa donde había nacido pero no la encontré, es más, no figura el número de la casa- en Londres una de las casas donde vivido Marx se había convertido en un restaurant y en la segunda planta en una agencia de publicidad. En la esquina hay un café con el nombre de Kafka y poco más. La gente ambula por esa calle sin conocer que por allí paseaba este scrittore algo tímido y cuyas orejas sobresalían en las fotos. En una avenida amplia vimos una exposición fotográfica sobre la Primavera de Praga, la rebelión contra el comunismo soviético. Luego de una larga caminata entramos, intuitivamente, sin querer al Café Slavia, nos sedujo sus grandes ventanales y parecía esos cafés de principios del siglo XX. Nos enteramos que allí hacían tertulias donde participaba Kafka y sus patas, pasaba también por allí Vaclav Havel y el fondo musical era un piano que tocaba una música de esos tiempos. Allí sentados me vino a la memoria unas palabras de Claudio Magris que decía que el viajero de alguna manera hace un trabajo de arqueólogo que remueve sedimentos, lee signos escondidos debajo de otros signos, así es la Praga de Kafka.

http://larepublica.pe/la-contra/1072573-que-es-la-memoria

Los titulares

Publicado: agosto 24, 2017 en Uncategorized

Reseña de las noticias: Marcha de los supremacistas blancos en Charlotteville, Virginia, Estados Unidos de América) y dejan a una joven muerta. El presidente Trump se hace el loco (obcecado por su no saber estar) y esquiva cualquier pronunciamiento contundente contra aquellos que pregonan el odio (muchos de ellas y ellos seguro que lo han votado). Huelga de maestros en Perú, de médicos, de enfermeras. Las autoridades peruanas no saben gestionar la situación de los maestros y les explota en la cara. Una autoridad judicial dice “que no se debe negociar con ellos” que eso es ceder. Las autoridades separatistas de Cataluña quieren el referéndum sí o sí para separarse de España. El presidente de gobierno del reino de España como suele ser su costumbre trata de evitar el lío como puede y nadie negocia; oídos sordos. Los separatistas o independentistas de la Comunidad Autónoma de Cataluña siguen dando la matraca. España se rompe, dicen los agoreros que piden salidas más autoritarias. Atentado en Barcelona. Mueren atropellados por una furgoneta catorce personas que paseaban por las ramblas y hay un centenar de heridos. Todos somos Cataluña, dicen en las redes sociales y se ponen la bandera española. Algunos periodistas conservadores y grandes dosis de mala leche echan la culpa a los progres porque contra los islamistas no hay que tener consideración, solo mano dura. No hubo bolardos en las vías para disuadir estos ataques fundamentalistas. Que sí. Una periodista llora ante las cámaras y los telespectadores se conmueven con cierta frivolidad. La unidad de España, reclaman unos. Las autoridades separatistas distinguen muertos entre catalanes y españoles. Interpelación a la ministra de Educación en Perú. Agenda Odebrecht que involucra a la líder de Fuerza Popular, Keiko Fujimori. La célula yihadista ha sido desarticulada, señalan fuentes del Ministerio del Interior de España. No, todavía siguen las investigaciones, replican las autoridades separatistas en Cataluña. Que sí, que no. Otro ataque en Turku, Finlandia. Quieren meter miedo a Occidente. Deslizamiento de tierra en Sierra Leona con muchos muertos… todos los días tenemos este abundante goteo de informaciones unas creíbles y otras no ¿en qué momento podemos pensar?


Arturo Corcuera, autor de ‘Noé delirante’ (Milena Carranza).

https://peru21.pe/cultura/arturo-corcuera-fallece-81-anos-edad-372414

El vagabundeo

Publicado: agosto 22, 2017 en Uncategorized

El paseo es una actividad humana gratificante y en términos utilitaristas, tiene un coste cero. Además es inmejorable para la salud física y mental, espero que no suene en tono de autoayuda que sería un horror y está muy lejos de mi propósito (pienso que los libros de autoayuda y su entorno, es filosofía muy ligera, claro, mi opinión puede estar errada pero el aliento de los consejos de Perogrullo lo tolero muy poco, me brota una alergia por todo el cuerpo). Cuando salgo en mis paseos matutinos y cargo con algunos problemas que me dan la vuelta a mis preocupaciones, al volver a casa siento como si estos se hubieran descargado en el camino. La carga es menor. No sé qué mecanismo se articula en el cerebro pero lo diluye. No es un paseo donde voy rumiando mis preocupaciones, no, estos afloran cuando uno menos esperas, y en el paseo o en la caminata, adquieren otras dimensiones. Estos van y vienen. Por ejemplo, pienso, sin controlarlo, en una crónica que debo escribir, una palabra que debo poner en una reseña o no (escuchar si suena mal, es un ejercicio flaubertiano), una consulta que me han hecho y no sé cómo enfocarla, el pago pendiente de algún servicio (para citar algo más cotidiano del cual nada se escapa) o la ida al médico por una dolencia, a ciertos años empiezan a salir las goteras. Y poco a poco el horizonte se aclara, se observa mejor los detalles. Si has actuado en un momento de ira o furia ante una situación o momento, ahora lo miras con otra dimensión, en otras claves que llegas a reírte de la situación ridícula. Me abochorno de esas situaciones. También en las caminatas ensayas ser un buen observador de las conductas de las otras personas y de ti mismo. No hay ningún paseo monótono, de blanco y negro. Estos adquieren mil colores y razones. Todas estas reflexiones me vienen como un alud (o huayco) cuando terminé de leer “El paseo” de Robert Walser. Así que a pasear unos minutos al día.

Mientras que, hace 25 años, la “deconstrucción” competía con el tipo de liberalismo de John Rawls, en la filosofía actual predominan dos tipos de orientaciones: las “ciencias del cerebro” cognitivistas “duras”, que tratan de naturalizar por completo la mente humana, y la visión “blanda” del hombre como algo que puede ser herido, como una víctima potencial. Es este potencial para sufrir, mucho más que sus potencialidades creativas, lo que se considera la característica básica de un ser humano. La explicación a esa transformación hay que buscarla en los cambios sociales y políticos que ha experimentado el mundo en estos años. En 1992, andábamos inmersos en el sueño de lo que Francis Fukuyama denominó el fin de la historia y el capitalismo democrático liberal conseguía implantarse gradualmente en todo el planeta. La caída del comunismo parecía haber enterrado las utopías. Hoy, un cuarto de siglo después, sabemos que la verdadera utopía fueron aquellos felices noventa: la historia no terminó, no. Más bien al contrario. Hemos experimentado el regreso triunfal de los conflictos, las crisis, la violencia e incluso la amenaza de una tercera guerra mundial. El problema es cómo Occidente ha reaccionado a este giro imprevisto.

http://cultura.elpais.com/cultura/2016/10/20/babelia/1476976602_505346.html

Los mzungo en matatus

Publicado: agosto 20, 2017 en Uncategorized

Solo el que vive en la espesura, sabe como es. Debido a esto, un extranjero nunca puede convertirse en el verdadero guía de otro pueblo.
Ngugi Wa Thiong´o

Mientras leía la novela “El diablo en la cruz” del escritor keniata Ngugi Wa Thiong´o de acuerdo a las noticias que llegaban del continente africano había mucha conflictividad social en muchos países como es el caso de Kenia, Burkina Faso, Nigeria, Ruanda. Desgraciadamente, las democracias en África son democracias de élite, no penetra a las diferentes capas sociales y, eso claro, eso genera un descontento generalizado – estas mismas palabras hace un tiempo, decía Domingo García Belaúnde, constitucionalista peruano, para el caso latinoamericano y, me parece, que ese diagnóstico todavía persiste a lo largo del continente amerindio. La novela de Ngugi Wa Thiong´o es un canto coral de rabia contra el colonialismo de toda bandera que asola en el continente africano- en América latina el colonialismo está más solapado, se ha mimetizado en las clases dirigentes aplicando políticas de dominación como el racismo y el olvido. En la reseña se dice que la novela lo escribió en papel higiénico mientras estuvo en la cárcel por cuestiones políticas, léase sublevarse contra la política neocolonial que se implementaba en Kenia. Lo escribió en su propia lengua el gikuyu como testimonio para que mucha gente pudiera acceder a parte de la memoria del país ¿se podría hacer una novela en kukama sea oral o escrita? Además se observa que a lo largo de la novela se insertan dichos populares (“El leopardo no sabía desgarrar, le enseñaron”, “la prisa excesiva estropea el boniato”), cánticos y los personajes cuentan su vida cuando viajan en un matatus (es un autobús que atraviesa diferentes lugares de Kenia y de África como el toca toca de Guinea Bissau). Uno de los protagonistas emblemática es una mujer, Jacinta Wariinga-Gaturia, una mujer colonizada mentalmente que cambia a una chica consciente de su realidad y lucha por cambiar lo que ocurre en su país cuando concurre a una reunión donde hablan los políticos y empresarios sinvergüenzas que han expoliado el país con el auspicio de los representantes de las grandes naciones occidentales, es de un gran simbolismo ese encuentro mafioso donde explican como roban a sus paisanos y a su país. Cuando terminas la novela todavía la indignación, por la injusticia, fluye por tu sangre. Me parece que ese era el objetivo de Ngugi Wa Thiong´o y lo ha logrado con creces.

P.D. Mzungo en suajili es diablo.