Archivos para May, 2021

Martha Nussbaum y los cosmopolitas, la senda de los “ciudadanos del mundo”

Calles y memoria

Publicado: May 26, 2021 en Uncategorized

Había escuchado en una charla el nombre de Rafael Lemkim, jurista polaco, que abogó hasta el cansancio sobre el concepto de genocidio. Una de sus tareas era que la noción fuera discutida en el tribunal de Nuremberg que juzgaba a los criminales de guerra, se pasó muy superficialmente hasta después del juicio se convirtió en un tratado o convenio internacional.  Al mirar en Kigali, Ruanda, el Kigali Genocide Memorial, sobre lo ocurrido en esa lucha entre tutsis y hutos, en una de las reseñas apostillaban sobre él. Se puede observar en la narración del Memorial que fue una violencia larvada en el tiempo la que explotó causando la muerte de muchas personas inocentes, se alimentaba el odio, usado por los colonizadores, entre estas dos tribus. Aparte de Lemkim, ignoraba a otro jurista interesante que alegó por el concepto de crímenes contra la humanidad como fue Hersch Lauterpacht, hombre de leyes nacido bajo el cobijo del imperio austro- húngaro, abogado importante que colaboró con Inglaterra en el juicio de Nuremberg. Curiosamente, Lemkim y Lauterpacht estudiaron en la misma Facultad de Derecho. Mientras el concepto de genocidio se enfoca en el grupo, la definición de crímenes contra la humanidad se centra en la persona frente a las responsabilidades internacionales de los Estados. Estos dos conceptos estaban, por decirlo así, en pugna, cuando se juzgaban a los criminales nazis. Esta historia aparentemente jurídica sobre un tema crucial para la humanidad que se puede volver farragosa en el relato legal, ha sido tejida en una punzante  novela “Calle Este- Oeste”, por Philippe Sands, un profesor de Derecho inglés y nieto de quienes padecieron la muerte y tortura en los guetos y campos de exterminio de parte del ideal nacionalsocialista. Sands empieza su investigación del recuerdo de unos apuntes de su abuelo y unas fotografías del legado familiar. Estos inocentes hallazgos le impulsan al autor viajar a Viena, a cruzar el charco, va a Polonia, consulta a traductores, historiadores, familiares de testigos, visita archivos y tribunales, se entrevista con los hijos de militares alemanes que tuvieron la decisión de los guetos entre otras diligencias, Sands hace una investigación detallada y prolífica teniendo como fondo a estos dos juristas: Lemkin y Lauterpacht, y la discusión del tribunal de Nuremberg, así entrelaza con gran simetría esta historia anónima familiar con el relato de los juicios que involucran a la humanidad. Gran historia.

«El dinero público destinado a batallas ideológicas debe invertirse en ciencia»

¡¡¡Pobre Iquitos…!!!

¡¡¡ Qué ciertos hombres tan incompetentes tienes de autoridades judiciales!!!

La Sanción, 30 de septiembre de 1907

Cualquier persona que pise o pisa la Amazonía debe saber que está poniendo los pies en un área no solamente de gran riqueza en biodiversidad, de diversidad de personas sino también que esta tiene una robusta legalidad de protección. Es decir, que la floresta es muy sensible no sólo ecológicamente sino también desde la arquitectura legal en sus diferentes escalas: internacional, nacional, regional y de las regulaciones de los integrantes de Pueblos indígenas o de Pueblos originarios. Es un machihembrado complejo que los trujamanes legales deben entretejerlo con ingenio y agudeza, la Amazonía nos exige ese gesto. Muchas veces, propios y extraños, lo olvidamos o ignoramos de manera clamorosa. En el ámbito internacional tenemos tratados específicos como el Convenio de Biodiversidad, para citar uno de los muchos. Amén de los Pactos internacionales sobre derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales que también nos atañe. En el caso de los Pueblos indígenas tienen protección propia como es el caso del Convenio 169 de la OIT y demás declaraciones. Los “marañones legislativos”, como lo llamó Pablo Macera, a la normatividad sobre la floresta, también presenta el mismo escenario en el ámbito internacional, hay una maraña normativa a tener en cuenta. Además, como país también nos hemos comprometido ante la comunidad internacional con ciertos Objetivos de Desarrollo, conocidos como los Objetivos del Milenio. El Objetivo de Desarrollo 8, nos señala y obliga al Estado, “a reducir a la mitad, la proporción de personas sin acceso sostenible al agua potable y a servicios básicos de saneamiento”. Es decir, el cumplimiento de este objetivo involucra a todas las instituciones del la función ejecutiva hasta la judicial, y a la florestanía en general, es decir, a la ciudadanía amazónica. Con toda esta normatividad internacional de por medio ¿Qué pasó con los magistrados, que votaron en mayoría, de la Corte de Loreto (el periodista Benjamín Saldaña Rocca, la llamaba “La corte Celestial” a esta instancia judicial) en no cotejar la normatividad internacional y los compromisos que obligan al Estado peruano sobre el acceso al agua potable y saneamiento en el reclamo de los pobladores de Punchana, en Loreto, Perú? Un ejemplo de este manejo adecuado de la normativa internacional es la Corte Constitucional de Colombia con razonamientos asertivos en materia de medioambiente y acceso al agua, que al menos deberían otearlos esos fallos judiciales. Espero que lo dicho en La Sanción en 1907, pueda espolear a los magistrados de la Corte de Loreto para razonamientos de más enjundia legal en el palustre para los sedientos justiciables que acuden a ellos como son las personas del Asentamiento Humano Iván Vásquez Valera y del Asentamiento Humano 21 de septiembre, del distrito de Punchana. La Amazonía nos exige ser creativos.

¿Amazonia conectada?

Publicado: May 18, 2021 en Uncategorized

Hace unos días apalabramos con Jaime Vásquez, director del sello editorial, Tierra Nueva, con Patrick Pareja, escritor y activo promotor de la lectura en la floresta, y las alumnas y alumnos del colegio Teniente Clavero de Iquitos, una entrevista en simultáneo desde Madrid, Lima e Iquitos para tertuliar sobre una obra literaria. No pudimos hacerlo, la tecnología está reñida con la floresta. Me explico. Todo parecía pintar bien antes de la entrevista. En un Madrid primaveral, en Lima con el inicio del otoño, mientras que en Iquitos, eso no contábamos, estaba bajo una intensa lluvia dominical. La lluvia cambió los planes, la naturaleza pudo más que nuestros sanos propósitos. No pudimos tener la entrevista o la tuvimos a medias. Jaime Vásquez y yo, podíamos hablar sin problemas. Mientras que Patrick hacía apariciones relámpago, es decir, aparecía y desaparecía a voluntad de la tecnología, como un ser etéreo. Al mismo tiempo, los profesores, los alumnos y alumnas, que querían participar de la entrevista tampoco podían acceder. Para no enfadarnos nos reíamos y gastábamos bromas para no mandar al diablo a la puñetera tecnología y a la compañía proveedora de estos servicios. Este percance aparentemente simple, era y es una buena metáfora, de lo desconectado que está la Amazonía con Perú, ese país centralista y centralizado, que mira con desdén a la floresta hasta asfixiarla, está solo para extraerla, no hay reciprocidad. Todo esto en un contexto del Bicentenario y sus reflexiones lisonjeras, la frustrada entrevista es una buena alegoría de la desconexión con ese país complejo que se llama Perú ¿Se pueden imaginar en plena pandemia cómo son las clases virtuales en este lado de la floresta?

P. D. Para rematar, por la tarde de Madrid, quedamos con Paul Rodríguez, que vive en Contamana, a orillas del Ucayali, platicar sobre literatura, la vida social en la floresta entre otros temas, aprovechando internet, tampoco pudimos charlotear. Esta vez no fue la lluvia la aguafiestas sino la empresa eléctrica, que sobre ella caen las maldiciones de la florestanía, la ciudadanía amazónica, con justificada razón por su mal servicio. El fluido eléctrico va y viene a la voluntad de la empresa de marras. Es decir, tras cuernos palos. Un día plagado de desconexiones.

https://www.eldiario.es/cultura/sara-stridsberg-protagonista-describe-hombres-manera-han-descrito-mujeres-humano-incompleto_128_7194098.html

Retales

Publicado: May 12, 2021 en Uncategorized

Cuando era pequeño recuerdo que mi madre tenía una bolsa de retales, que eran pedazos de tela que quedaban cuando hacía un vestido o traje. Los retales eran la salvación cuando los pantalones se rompían, esos pedazos de tela se usaban como parches, tan de moda en una época. Luego se pasó a que los pantalones tuvieran agujeros, querían romper con la idea del supuesto buen vestir burgués ¿eran las briznas de Woodstock? La vestimenta se volvió contestaría, sigue siendo contestataria, las arrugas en los vestidos son moda, los estilistas se vanaglorian de eso. Con el tiempo, entre lecturas que van y vienen, se me entrecruza la palabra retal o retales. De acuerdo con el mataburro, retal es de origen catalán, viene de retall, recortar. Pero creo que retal tiene mucho más sustancia del significado del pedazo sobrante de una tela, sí, tiene que ver con la memoria. Por ejemplo, cuando leemos un libro de memorias lo que ojeamos no es la vida entera de la persona quien escribió esos recuerdos. No. Son retales de su vida, tan solo son fragmentos de lo que él o ella hizo de su vida, no son todos, tampoco podemos recordar todo lo que hemos hecho. Hay partes de mi vida que lo tengo entre neblinas, no sé porqué, seguro que la memoria da un brochazo de olvido que también es necesario, aunque no faltan los aguafiestas que te recuerdan hechos que ya los habías tapiado; no sabes si sonrojarte o mandarle a freír espárragos, con lo bien que saben los espárragos. No todo es un camino de rosas en los recuerdos porque en ellos se filtran o solapan, como no, los falsos recuerdos, llega un momento que no se logra distinguir entre uno u otro, es una frontera sin hitos de límites ni aduanas. Tendemos, sin querer, a adornar los recuerdos, a idealizarlos, a maquillarlos. Hacemos memoria y desmemoria al mismo momento. Recuerdo que la psicóloga, en mi convalecencia post covid- 19, me decía, la mente te cuenta historias, con el agravante, que tú te las crees. Es decir,  que no recordamos todo, hay veces que lo inventamos, lo que nos queda son retales de lo que pasó, son como piezas de una época, de un periodo, de un momento. Muchos también tienden o tendemos a parchar el tiempo con esos retales, se vuelven nuestros salvavidas.

https://ciclosfera.com/a/en-madrid-nos-vamos-a-asfixiar-hay-un-repunte-de-coches-que-los-politicos-no-quieren-parar-miguel-angel-medina-el-pais

La justicia poética en la Corte Superior de Loreto siempre ha brillado por su ausencia, quizás se deba a la mezquina formación de los operadores judiciales, enmarcados dentro de un positivismo pop, como señala Fernando de Trazegnies. Desde su instalación ha dejado esa impronta en la ciudad. La Corte Superior tuvo entre manos el caso de las muertes de indígenas en el Putumayo, como consecuencia de la explotación cauchera de la Casa Arana, pero prefirió mirar a otro lado, a pesar, de los denodados esfuerzos del juez Carlos A. Valcárcel en procesar a los responsables. Se mostraba así la fuerza del poder político sobre la endeble función judicial. Así por ejemplo, en la primera memoria del año judicial en Loreto, de 1908, no hace ninguna mención a este proceso que tenía repercusiones internacionales. Tampoco en la segunda, de 1909, ni en la tercera memoria, de 1911 – en 1910 no se registra memoria judicial, por una situación de fuerza mayor. Desgraciadamente, la Corte de Loreto, en momentos claves, decepciona. En un contexto intercultural como la floresta, la introducción de peritajes antropológicos para el caso de integrantes de pueblos indígenas, fue tímida, en la Corte en mención. Se incorporó a finales de los noventa con más frecuencia, con sus limitaciones como su estéril formalismo. Habían pasado casi ochenta años de las muertes del Putumayo y los peritajes no habían sido adecuadamente implementados, en verdad, que es impensable ¿Cómo se puede ponderar los diferenciados mundos culturales de cara a la letra fría de la ley? A los operadores judiciales les cuesta imaginar el horizonte, salvo contadas excepciones. A mi parecer, fui litigante en esa instancia de pleitos, la Corte Superior de Loreto, debería judicialmente liderar en dos asuntos que atraviesan la vida social del marjal: a) en lo referente al medioambiente en la Amazonía y b) en el de integrantes de pueblos indígenas, lamentablemente, en estos temas no ha dado muestras de una jurisprudencia creativa. En esos dos asuntos carecen de justicia poética, palabra usada por la filósofa, Martha Nussbaum, para analizar las sentencias judiciales del tribunal de los Estados Unidos de América. El abogado Luis Pásara, estudioso de la realidad judicial peruana, comentaba cierta vez, que en un curso de capacitación para magistrados les pedía que imaginaran, a futuro, la penalización de un determinado delito, la respuesta de los magistrados en la capacitación, no fue apelar al futuro como se les pedía sino caracterizar el delito de acuerdo con la legislación vigente. Ese esfuerzo por la imaginación cuesta por su educación legal. Así lo han demostrado los magistrados de la Corte Superior de Loreto en la acción de amparo interpuesta por William Navarro Sajami, Graciela Tejada Soria y Pedro Tuanama Gutiérrez contra el Gobierno Regional de Loreto, Municipalidad Provincial de Maynas, Municipalidad Distrital de Punchana y la Red Asistencial de ESSALUD en Loreto, por la afectación al derecho al medioambiente y al acceso al agua potable. Los justiciables lo hacían en nombre del Asentamiento Humano Iván Vásquez Valera y del Asentamiento Humano 21 de septiembre, del distrito de Punchana. Cabe indicar, en esta sentencia, una excepción de lujo, de la magistrada que votó en discordia, que va a contracorriente del razonamiento superficial de los otros magistrados; además, de mostrar, la magistrada, argumentos empáticos a favor para una justicia poética en este lado del monte. A pesar de afectar derechos fundamentales, como la vida, porque los derechos fundamentales de la persona están interrelacionados, como es el medioambiente y el acceso al agua, los magistrados, en mayoría, apelaron a argumentos formales para declarar improcedente el amparo ¿La vida humana en una ciudad de la floresta importa poco a estos magistrados?, ¿Se pusieron en la piel de los justiciables, muchos de ellos, en situación vulnerable, para el acceso al agua potable y el disfrute del medioambiente?, ¿Por qué optaron por la salida más fácil y reprochable, y no observar las omisiones en el cumplimiento de las obligaciones del Estado?, ¿Se situaron en la Amazonía para resolver el caso o era solamente la realidad del expediente?, ¿Los magistrados valoraron la repercusión del fallo, por ejemplo, en el cambio climático? Infelizmente, estamos ante un caso de gol en propia puerta, un pasmoso autogol contra la floresta. Otra oportunidad perdida.