Archivos para diciembre, 2022

Polvos y arenas. Apuntes de un dietario

Publicado: diciembre 14, 2022 en Uncategorized

Con lo que está cayendo por el mundo es mejor volcarse a leer libros, ensayos o series de televisión sugerentes como las series policiales nórdicas, cuyas tramas están bien trabajadas. La insensatez se ha apoderado de los gobernantes y gobernados. Estos días de tiempos revueltos, en Madrid, en el último estío, el cielo y las calles se inundaron de un polvo de arena rojiza proveniente del desierto del Sáhara, la calima como se le conoce, sí, es la misma arena que viaja a través del Atlántico para fertilizar los bosques de la Amazonía, la conexión o conjunción paradójica de la aridez del desierto con la abundancia de árboles en la floresta. Este fenómeno del desierto produjo un revuelo en la población aborigen de la península, en cambio, a mí la calima sobre los coches y calzadas de Madrid me llevaron a la patria de la infancia en Pisco. Al desierto. Durante el año teníamos la presencia del Paracas, era el viento del desierto, que dejaba gramos y kilos de arena a su paso, el escritor Gregorio Martínez, recreaba el Paracas en una de sus novelas. Mi madre me cuenta, que las plantas de los jardines, era la que más sufrían del Paracas o la calima, según el contexto. Mi recuerdo es que estos vientos paralizaban las clases, se suspendían y teníamos que volver a casa como podíamos. A metros de distancia apenas podías vislumbrar algo, los carros encendían sus luces en las carreteras. En la casa, a mi madre, se acumulaba el trabajo, ella con tesón cerraba las rendijas por donde podía entrar la arena, todos ayudábamos en lo que podíamos – mi madre exigía la perfección en las tareas, como casi todas las madres. El paracas irrumpía abruptamente en lo cotidiano, como las intensas lluvias tropicales en el bosque, lo cambia todo. Esos vientos de arena en Pisco quizás nos querían decir algo, mis amigos del colegio aprovechaban para contar leyendas con el paso del Paracas, seres fantasmagóricos que andaban en plena tormenta y el desierto raptando niños y en su peregrinaje iban llorando. A mí me inundaban de fantasía esas historias. Ante el insulso tsunami informativo y la tontería, que es el patrimonio de los políticos, el Paracas o la calima, quizás nos quieran decir algo. Que necesitamos urgentemente una pausa.

Cabezas de ratón

Publicado: diciembre 1, 2022 en Uncategorized

Hace mucho tiempo, a raíz de los partidos políticos, el jurista Luis Pásara señalaba que todos quieren ser cabeza de ratón y nadie quiere ser cola de león que se refleja en partidos débiles alrededor de caudillos. Pásara tiene buenos ensayos y textos relacionados con otro mal endémico peruano, la administración de justicia. Recuerdo que uno de sus libros presté a un abogado de la isla quien nunca me devolvió, espero que haya sacado provecho del hurto libresco. Venía el comentario de este jurista peruano a raíz de las elecciones municipales y regionales. Pero no quisiera centrarme en los candidatos, que tiene mucha tela, sino en la gestión y la división administrativa territorial. Recuerdo las clases de Derecho municipal, en la alicaída universidad, donde hacían referencia a las ciudades -Estado ¿Eso sería posible? Me preguntaba en clases. Sí, es posible nos dice la experiencia europea donde la grandes ciudades son verdaderos estados. Partiendo de la idea que en esas ciudades Estado no existe el fenómeno de la «distralización», es decir, ser cabeza de ratón, al dividir la ciudad en distritos sin tener adecuados criterios. El síndrome de la cabeza de ratón es una patología de la centralización del poder y el poco efectivo de la descentralización real que aquejan a nuestros países. Esta tensión no ha sido resuelta con la creación de los distritos, creación que por sus beneficios no redunda en la ciudadanía; a cambio, se ha convertido en un botín para los partidos políticos y grupos de poder donde la corrupción campea a su gusto. En la experiencia peruana y amazónica, tenemos que en una determinada ciudad pueden convivir alrededor de dos, tres o cuatro políticas municipales al mismo tiempo y superpuestas. Esto para implementar políticas públicas es muy difícil, se requiere mucha inversión en los que se llama los costes de transacción. Por ejemplo, ¿Cuál es la política pública alrededor del libro en Isla Grande? Por lo que se observa cada uno va a su aire. Uno de los distritos promueve una feria del libro al tuntún, y con eso cree que ya cumplió con promover la lectura y los libros, otros municipios no lo hacen; y todo eso ocurre en un mismo espacio. En mi modesta opinión, en ciudades con una buena densidad poblacional la creación de los distritos hubiera que replantearse con una efectiva y radical descentralización, la ciudadanía es la que pierde y paga los platos rotos.

P.D. En resumen, en ciertos lugares de la floresta la creación de los distritos puede ser una buena medida por la lejanía entre ellos. Pero en Isla Grande es un despropósito.