Archivos para junio, 2021

Los que habitamos en la floresta estamos en otra cosa, desgraciadamente. El pensamiento centralista nos tiene adormilados y con poca respuesta. Algunos miran, infelizmente, al palustre como un área para los bionegocios, una suerte de capitalismo, pero verde, promovido por diferentes instancias e instituciones, que de verde, en verdad, tiene poco por esa endemoniada lógica extractivista sobre los recursos naturales que miran a estos recursos como inagotables. Es un mal maquillaje este capitalismo que se llena la boca con sostenibilidad y otras zarandajas. El problema de estos modelos extractivos es cambiar para que todo siga igual. A la par, el modelo institucional sigue siendo colonial extractivista. Hace unos días se publicó la noticia donde se daba cuenta que hay una íntima relación de los nombres indígenas con el de la denominación de las plantas, esos nombres, no fortuitos, encierran saberes ancestrales, y ese saber, lamentablemente, se pierde con la desaparición de estas lenguas. Pero, en la Amazonía, nadie se ha inmutado por esta noticia, siguen en sus trece, en ese pasmoso solipsismo, propiamente, tropical. Nos remarcaba la noticia que la desaparición de una lengua indígena acarrea como consecuencia que se pueda identificar una planta que ha costaba cientos de años domesticarla para nuestro uso, un nicho ecológico de saberes, de conocimiento ¿Alguien o alguna institución se ha pronunciado al respecto? Seguimos a nuestra bola.

https://www.allaboutjazz.com/thelonious-monk-an-alternative-top-ten-albums-of-deep-and-staggering-genius-thelonious-monk?width=1600

Ciclistas, ciclovías y desnudos

Publicado: junio 23, 2021 en Uncategorized

Hace poco se publicó la noticia, en los prolegómenos del estío por el sur de Europa, de una protesta contra el alcalde de Madrid para que diera prioridad a las ciclovías en la ciudad. Los y las protestantes llamaban a la ciudadanía hacerlo desnudos montados en una bici, para más inri, en la noticia se mostraba la foto del trasero de uno de los manifestantes. Era una marcha ciclonudista, recuerdo que vimos una en Valencia, con animados y animadas marchantes.  Mostrar el cuerpo es una señal de desprotección por estos lares. La noticia la difundí entre amigos peruanos y amazónicos, solo dos me contestaron que acudirían a la marcha sin miramientos. Y uno de ellos, con mucha guasa, me dijo, ya estoy en la marcha. Uno de los reclamos de la marcha era la desprotección de los que montan en bicicleta y los privilegios de los coches de cara a los ciclistas. El actual alcalde madrileño tiene poco aprecio a las bicicletas, es más de coches y que la contaminación, como el ruido, en la ciudad continúe. A veces, tengo la impresión que es una persona con pocas luces para gestionar la ciudad, salvo para sus intereses de partido. Todo esto es un contexto donde en la administración anterior se trataba, con esfuerzo, de dar prioridad a la bicicleta. Al menos eso se observaba, como la creación de Madrid Central que fue desbaratado por la actual administración. A contrapunto, también leo la noticia que en Iquitos, las ciclovías no funcionan como esperaban sus auspiciadores, las ciclovías son ocupadas, muchas veces, por los motocarristas poco cívicos, además de cierta tozuda resistencia ciudadana por este sostenible transporte. Amén de estos personajes que ocupan las vías que no son de ellos, el problema es mucho más estructural, me parece. Admitamos, en la ciudad insular somos pocos de bicicletas, nos fascina más el ruido de las motos y motocarros. Creo que a partir de este reconocimiento, se puede implementar una política de las bicicletas y ciclovías, por ejemplo, ¿Se ha pensado subvencionar la compra de bicicletas o lo dejan al libre mercado?, ¿Un alquiler de bicicletas a cargo del municipio?, ¿Las calles son adecuadas para las ciclovías?  Recuerdo que uno de los pocos ciclistas en Isla Grande fue, Pepe Barletti, quien estoicamente esquivaba la baraúnda y los atascos de la cidade. ¿Se pudiera convocar a una marcha ciclista, pero, desnudos, en Iquitos? Sería una forma de sensibilizar a las autoridades, a la población resistente y a los motocarristas ¿Quiénes se apuntan?

Jaime Vásquez Valcárcel, editor

Jaime Vásquez Valcárcel, es un curtido periodista, pero también tiene rodaje en el mundo editorial, en un lugar de Perú donde la lectura y la edición libros son cosas extrañas, gran paradoja en esta región donde muchos de los árboles proveen la materia prima a los livros. Tierra Nueva es la editorial que pilota y pivota Jaime, ha publicado a escritores y escritoras de diferentes latitudes, aunque preferente a los del marchamo amazónico. Añadir que en su largo palmarés está la presentación de libri en diferentes lugares no sólo de la floresta. A propósito de la colección “Río Marañón” hemos sostenido una breve entrevista con él, en estos días que deben ser un quebradero de cabeza porque el pistoletazo de salida de las publicaciones es este 28 de junio. Nos parece que estas marejadas de marañones le han dado en el tunchi al centralismo obsceno que padece Perú.

https://es-la.facebook.com/tierranuevaeditores/

¿Es fácil editar una colección como Río Marañón?

Sí y no. Sí, porque la literatura fluye y el trabajo no sólo es fascinante sino que implica un trabajo de equipo, desde el acuerdo inicial con el autor hasta la edición, corrección y presentación para luego emprender la comercialización y distribución. Es un proceso que en Tierra Nueva lo hacemos cada vez con más gente. Cuando te sumerges en proyectos así no sólo lo ves como un sueño sino que sueñas todos los días con el proyecto. Y no, porque se encuentra dificultades que, aún sorteándolas, te ponen frente a una realidad: la falta de hábito a la lectura, que no es solo leer un texto sino mucho más amplio…

¿Cómo surgió la idea de la colección?

La idea surgió por la bulla que provoca el Bicentenario. Y nos formulamos la pregunta, ¿Cómo lo celebramos? Y en Tierra Nueva concluimos que debemos celebrar con publicaciones y dando nombre a la colección. Y en consultas con autores nos convencimos que río Marañón es una buena denominación por todo lo que significa para los amazónicos y el Amazonas mismo. La idea es unir varios autores, distintas generaciones, con libros inéditos y así fue gestándose esta iniciativa que como el Marañón va llevar a su paso otras cosas en torno al libro.

¿Cuál es más laborioso publicar poesía o narrativa?

Ambas, porque en poesía sientes la fuerza de la palabra bien puesta, bien escrita. En la narrativa sientes la fuerza de la oración, de la frase, del párrafo.  La poesía amazónica es maravillosa y los autores que hemos publicado son de los mejores. En la narrativa también tenemos las mismas características. La única dificultad que encontramos es que la gente prefiere la narrativa y menos poesía. En cuanto a lo laborioso específicamente, ambas requieren de un cuidado grupal, colectivo.

¿Cuál es el trabajo entre bastidores de las dimensiones de Río Marañón?

Nunca hemos publicado tantos libros juntos. Antes terminábamos uno y comenzábamos otro. Y hacerlo con diez escritores, además de distinta generación y que radican en distintos lugares, no sólo complica el trabajo sino que nos enriquece de una manera incalculable. Cada autor es un cerco que se abre y se cierra. Añadido a esto que hemos pedido a pintores de distinto estilo que proporcionen sus obras. Y si tendríamos que contar algún percance, es la habitual confusión con los textos que se van corrigiendo, a veces no sabes cuál es el último corregido, multiplicado por diez se convierte en una locura. Y si a este le añadimos el tiempo de pandemia que vivimos la situación se hace más enajenada, pero hay que mantener la ecuanimidad.

¿La colección “Río Marañón” ha sido un fogonazo o se vienen más proyectos?

Es parte de todo un proyecto que va más allá de esta colección. Ya estamos trabajando en una serie sobre violencia en la Amazonía, donde pretendemos abordar con diferentes autores la temática de violencia, discriminación y olvido que vive el territorio. Luego está el proyecto de reedición de algunos libros y el homenaje que pensamos hacer a uno de nuestros autores emblemáticos, es decir, seguiremos con la candela prendida.

Dolce far niente

Publicado: junio 16, 2021 en Uncategorized

Es el placer de no hacer nada, dice este dicho italiano del exergo y para muchos una filosofía de vida. Esta idea o filosofía va contra la lógica que siempre debemos estar ocupados, es el rezago utilitarista (¿calvinista?) que se filtra en nuestras anónimas vidas, por esa, casi urgencia, de querer estar siempre haciendo algo. Pero hay momentos en la existencia, varios, en que el cuerpo y la cabeza te pide parar, detenerte. Hacer un corte o largo paréntesis, pero hacerlo. Escuchar a tu cuerpo, me decía una amiga psicóloga. Hacerlo para no hacer anda, a dejarte ir. Alguien comentaba que no se puede ser escritor las veinticuatro horas del día, como tampoco se puede ser ingeniero, arquitecto, médico, todas las horas del día. Hay que hacer un intermezzo, un merecido derecho a la tregua. El yerno de Carlos Marx, Paul Lafargue, quien se casó con su hija Laura, escribió un opúsculo sobre el derecho a la pereza, que es una crítica al modo de producción del sistema capitalista y reivindicaba el ocio. En la floresta tenemos un personaje social que reclama al ocio a su manera, es el quilla- oficio, le produce alergia trabajar, él va a su bola. Esa situación del ocio o de la pereza lo puse en práctica un fin de semana en la sierra de Guadarrama. Mi cuerpo y mi cabeza pedían no hacer nada, tanta información nos embota. Ni siquiera me apetecía escamotear mi propia existencia. Era estar en la nada, es un gozoso placer indescriptible. Nadaba agradablemente mirando el viento a través del movimiento de las hojas de los árboles, me dejé llevar. Respiraba el aire, presumiblemente, sano de la sierra que no tiene esa connotación y sesgo peruano sobre la sierra, aquí es sinónimo de buena salud. Observaba las laderas de las montañas donde el color verde lo está colonizando después de un incendio forestal de hace unos años. Me sentía como una araña al caminar sobre el techo y puedo mirar toda la casa, el paisaje, como si flotara. Es una sensación impagable ¡Bienvenido el ocio! Después de beber un sorbo de salmorejo.

Obituario montés

Publicado: junio 16, 2021 en Uncategorized

(La imagen ha sido cedida por Paul Rodríguez, Contamana. Del Archivo fotográfico de Álvaro Ortiz Grabowsky- Louise Castleton )

Hace 38 años, en 1983, fallecía la actriz, Ofelia Montesco, en Ciudad de México.

Caminos de leche y miel, Ofelia.

https://elpais.com/sociedad/2020-12-17/el-animalismo-gana-ante-la-justicia-europea-la-batalla-contra-la-crueldad-animal-de-los-sacrificios-religiosos.html

¡A buenas horas, mangas verdes!

Publicado: junio 9, 2021 en Uncategorized

El estío está entrando con fuerza por este lado de la tierra, la canícula asoma la patita. Muy de mañana hurgo los periódicos, el ritual matutino. Hace pocos días leía, solo el titular, de un boletín indígena, que pedían una Comisión de la Verdad sobre los crímenes del Putumayo, ocurridos principios del siglo XX. Me quedé perplejo por lo extemporáneo de la petición y su falta de palmos con la realidad. ¿Saben que las únicas voces inexistentes en el Putumayo son de las víctimas y muchísimas de ellas han fallecido? Una propuesta de este enjundia ¿Se habrá sido consultado con los integrantes de Pueblos Indígenas o son las buenas intenciones del sensible hombre blanco peruano? Estas son solicitudes que no llegan a buen puerto ¿Han valorado su impacto y otros quehaceres de la presunta Comisión? La memoria latente del Putumayo, con todas sus fortalezas y debilidades, es mejor que cualquier instancia burocrática de la verdad. Hay que apostar por robustecerla.

P.D. Los integrantes del pueblo indígena Asháninka, en Selva Central, sufrieron en los años ochenta y noventa, la crueldad homicida de Sendero Luminoso, a través de acciones contra hombres, mujeres, niños y niñas en los campos de concentración, que podrían lindar con el delito de genocidio, de acuerdo con los testimonios recogidos por la Comisión de la Verdad y Reconciliación de Perú ¿Se han preguntado los solicitantes de la Comisión del Putumayo, cuáles son los avances sobre los temas de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición en los damnificados del pueblo Asháninka?

https://www.theguardian.com/news/2021/jan/14/rhodes-must-fall-oxford-colonialism-zimbabwe-simukai-chigudu

¿Un algoritmo para la Amazonia?

Publicado: junio 2, 2021 en Uncategorized

Una de las lecciones ancestrales que nos da la floresta es que para intervenir en ella hay que respetar ciertas reglas, no se puede entrar en ella sin más. No cumplir con ciertas regole nos puede llevar al fiasco total. Un ejemplo vivo de ello es el proyecto de la construcción de la llamada “hidrovía”. Los han señalado los expertos que la propuesta adolece de serios problemas de arranque como por ejemplo, los procesos de consultas; amén de los cuestionamientos de índole científico y de los sabios del monte que han puesto sobre la mesa desde las organizaciones indígenas – la ecología de saberes llama Boaventura de Sousa Santos. A largo plazo la “hidrovía” así propuesta nos traerá más de un dolor de cabeza. Lo que está claro, es que el progreso o desarrollo no viene por allí, nos señala también la historia del uso de los recursos naturales en esta parte del pantano, como fue el caucho o el petróleo. Bajo esta mala práctica de intervención, está la idea que la floresta es un espacio vacío, así se han erigido parques nacionales o áreas naturales protegidas que chocan y lesionan derechos de la población bosquesina – para usar el concepto de Jorge Gashé. De la noche a la mañana sus derechos de propiedad o posesión se ven menoscabados generando, como no, conflictos sociales enconados. Un fantasma a exorcizar es que la Amazonia no está vacía, hay personas que moran en el marjal. Hay un sector del ecofeminismo que señala a este actuar utilitarista sobre los recursos naturales como el de una posición “falocrática” sobre la naturaleza. Eso es lo que debemos cambiar. Es por eso que al intervenir en la Amazonia no se puede entrar de manera plana. Hay que hacer una flexión, un ejercicio contrapuntístico, definitivamente, hay que ponerse otras lentes. Lo que hay que tenerlo claro, es que este ejercicio previo a la intervención no lo van a hacer los que vienen de afuera. Los amazónicos y amazónicas debemos construir socialmente ese algoritmo sino la floresta seguirá siendo un vasto territorio imperial no solo de desproporcionados proyectos como la hidrovía sino también de las ideas imperiales o centralistas reinen a sus anchas sin ninguna oposición. Ojalá abramos los ojos.