Archivos para octubre, 2018

Francia Márquez Mina, una líder afrodescendiente del Cauca que ha trabajado incansablemente por defender su territorio de la minería inconstitucional otorgada por el Gobierno sin consulta previa y en el marco del conflicto armado, la minería ilegal y los proyectos extractivos, acaba de recibir el Premio Goldman: un equivalente del Premio Nobel para los líderes sociales que han dedicado su vida a la protección de la Tierra.

https://colombia2020.elespectador.com/construyendo-pais-2020/asi-es-francia-marquez-la-colombiana-que-gano-el-nobel-ambiental

Los viajes de vuelta. Galut (2)

Publicado: octubre 30, 2018 en Uncategorized

Hay una gran literatura sobre los viajes de vuelta. En África sorprendentemente hay mucha bibliografía sobre estas marchas. Recuerdo que cerca de Cotonou (en Benín), Ouidah, fuimos a visitar un antiguo inmueble del Ejército que en sus tiempos fue una estancia obligada de la brutal y forzada romería de personas que iban a servir como esclavos en las Américas y otras colonias. Allí pudimos ver que muchas de las actividades que se realizaban en esta parte del Océano Atlántico también se repetían en Bahía, Brasil, lo pude comprobar luego de unos meses en las costas brasileñas. En ese vetusto fuerte militar había un muchacho muy joven que me vendió un libro sobre la esclavitud en esta parte de África. Recordemos que en Benín está uno de los monumentos de las Puertas de no retorno que existen en ese continente. Otra de esas puertas donde se percibe los quejidos de muchas personas anónimas que conocí fue en Senegal, en la isla de Gorée. Cada vez que piso una de ellas terminó remecido por la bestialidad humana, poco hemos cambiado. El tráfico humano continua más perfeccionado pero igualmente salvaje en niños, hombres y mujeres en los senderos de la inmigración. Este muchacho guía en Ouidah cuando entramos en confianza me dijo que buscaba financiamiento para publicar el testimonio de sus ancestros que habían hecho el viaje de ida y vuelta. Contaba que fue llevado a Bahía, en Brasil. Trabajó allí por largo tiempo en mil oficios y luego retornó otra vez a Benín, a su lugar de origen. El descendiente de este viajero forzoso quería publicar ese testimonio y como él, me enteré después, hay muchos de esos testimonios publicados. Son testimonios de vida que cierran el círculo. Pero en estos viajes de vuelta también hay quienes no retornan. El círculo no está cerrado, hay una brecha. Se quedan en el lugar que les ha acogido. Muchos de los sefarditas de Tánger que llegaron al puerto de Iquitos en el período del caucho ya no volvieron a pisar a la ciudad blanca, así la llamaban a Tánger. Se quedaron en cuerpo y alma en ese lado de la floresta.

Joan Martínez Alier: El “desarrollo sostenible” es un engaño

Los viajes de vuelta

Publicado: octubre 28, 2018 en Uncategorized

Hace unos años hice un viaje a Tánger con el propósito de recopilar información sobre los sefarditas, los judíos españoles que vivían en esa parte de África. Nos recibió un viento fuerte con sabor a arena desde el aeropuerto. Me recordaba mi infancia en el mar de Pisco. La diáspora sefardí no sólo fue a Marruecos también involucró otros países como Turquía, Argelia, Túnez – en Túnez capital encontré parte de esa huella judía cerca del zoco. A igual cuando garbeaba por las calles de Estambul al visitar un museo sefardita. Muchos de los expulsos fueron a Portugal, Holanda – recordemos que el silente filósofo Baruj Spinoza descendía de madre española. Otros tantos llegaron a Inglaterra. Al lugar que voy trato de seguir esa huella, F ya lo sabe. Por ejemplo, en la ciudad de Cáceres quedan trozos de viejas aljamas. En Cagliari en sumergí en las calles donde quedaba una judería. El bicho de esa búsqueda de rastros fue un documental en la que participó Samuel Weissemberger, quien generosamente me la dio en una de las visitas a Iquitos. La palabra sefardita viene de Sefarad como la denominaban a España hasta la expulsión en 1492- la palabra aparece en la Biblia. De la estancia sefardita en Tánger en verdad queda muy poco. El motivo del viaje era, en parte, devolver la visita a un grupo de sefarditas que se instaló en Iquitos en la época del caucho. Leía hace unos días el libro “Los sefardíes: Historia, lengua, cultura” de Paloma Díaz- Más donde cita que en el período de la goma estaban afincados alrededor de trescientas personas en Iquitos o literariamente la denomino como Isla Grande. Hay muchas huellas de ellos en la ciudad. Una de las más emblemáticas es el cementerio judío en Iquitos. En Tánger también acudí al cementerio judío. Lo hice con mucho regocijo y gran tensión contrapuntística. En flash back se me venían imágenes de los dos cementerios. Las tumbas en Tánger miraban hacia el mar (¿con dirección a Sefarad?) y algunas tenían una piedra encima de ellas que tiene gran simbolismo. Muchos de los apellidos que leía en las lápidas tenían resonancias amazónicas. Era un encuentro con el tiempo, con las voces de la historia de personas anónimas. De los quejidos y alegrías. Era el encuentro de un largo viaje de la cual muchos no retornaron. Un viaje que salió del Océano Atlántico hasta sumergirse en el mar verde de la floresta.

Como parte de la exposición La casa sin puerta. Literatura amazónica (1940-1980), presentamos la antología Allí donde canta el viento. Antología de literatura amazónica, la cual reúne la obra de 19 escritores de dicha región de nuestro país, cuya selección y prólogo estuvo a cargo de las investigadoras de la Casa de la Literatura, Kristel Best Urday y Yaneth Sucasaca.

Esta antología surge de la necesidad de visibilizar el aporte de la literatura de esa región a la tradición literaria del país. Incluye poemas, cuentos y un fragmento de novela de dieciséis autores y tres autoras, loretanos en su mayoría, quienes comenzaron a publicar entre las décadas del sesenta y ochenta del siglo pasado.

Los autores antologados son Germán Lequerica, Teddy Bendayán, Jaime Vásquez Izquierdo, Róger Rumrrill, Javier Dávila Durand, Jorge Nájar, César Calvo Soriano, Arnaldo Panaifo Teixeira, César Arias Ochoa, Armando Ayarza, Ana Varela Tafur, Percy Vílchez Vela, Virginia Roca López, Orlando Casanova Héller, Sui Yun, Carlos Fuller, Armando Almeida Nascimento y Miguel Donayre Pinedo.

http://www.casadelaliteratura.gob.pe/?p=29300

Arrinconado en los folios de Quito

Publicado: octubre 25, 2018 en Uncategorized

Mi vuelta a Quito era después de varios lustros. Me pareció entonces muy acogedor, pero en la actualidad lo sigue siendo. Las personas quiteñas son muy amables con el peregrino – es una palabra, la del peregrino, que le encanta a mi padre. Aunque debo decirlo que también muchas cosas han cambiado. Recuerdo que el aeropuerto estaba a tiro de piedra de la ciudad, no era tan distante. El aeropuerto de estos días está más lejos de la ciudad, han hecho una autopista que la conecta y la sentí muy lejos. Entonces, hace años y ahora no sentí los efectos de la altura en un primer momento. Los sentí cuando tenía que caminar donde sí me sentía más agotado. Recuerdo haber pateado el centro histórico, en estos días también lo hice en medio de una campaña de promoción de la bicicleta, parte del centro tenía el acceso limitado para carros, lo cual era un buen rédito para los caminantes que pudimos disfrutar más la ciudad. Así llegamos al Museo de la ciudad – me parece que hace veinte años ignoraba de su existencia. Hoy es un acogedor museo donde nos dan pistas de la actual ciudad que crece vertiginosamente en las laderas circundantes. Muy de mañana y con el cielo limpio puedes ver las montañas que rodean la ciudad e inclusive los volcanes más cercanos. Uno de los cambios de la ciudad fue la librería Libri Mundi, la que conocía era una que quedaba por el centro de la ciudad y me pasé horas husmeando libros, disfruté mucho. Hoy esta librería es una franquicia que está en muchos lugares de la ciudad, es más moderna. Sin embargo, confieso que me gana la morriña por la librería que visité hace años. También me recomendaron otras franquicias donde poder encontrar los libros que buscaba. Una de esas librerías que busqué con afán fue la de Abya- Yala. Un librero en Manta me dio la dirección y en Quito fui a visitarla. Estaba al frente de la sede del Tribunal Constitucional y en medio de muchas universidades. Allí en la librería, en la segunda planta, encontré a un librero muy diligente. Me mostró los libros que quería y las últimas publicaciones de la editorial. Me compré varios libros que están en El Olmo. Fue una grata conversación que la sellamos con un apretón de manos. A pesar de los cambios Quito nos sigue enamorando.

Lettera di Elizabeth Arquinigo Pardo, in Italia da oltre 18 anni: «Mi sono laureata, lavoro, pago le tasse. La cittadinanza me la sono sudata e guadagnata»

https://www.repubblica.it/cronaca/2018/10/17/news/la_ragazza_straniera_che_scrive_a_salvini_mi_sento_tradita_ma_non_eravamo_suoi_amici_-209163612/?ref=fbpr

Montecristi

Publicado: octubre 23, 2018 en Uncategorized

Muy cerca de Manta está Montecristi, al lado del pueblo de Alfaro, que fue un líder político emblemático en Ecuador. En un taxi demoras alrededor de quince a veinte minutos, la carretera es transitada por camiones y vehículos menores lo cual hace a ratos lento el tráfico, pero nada complicado de cara a los atascos o trancón más urbanos. Mi interés de visitarla era porque en Montecristi se gestó, discutió y aprobó la que llaman la Constitución de Montecristi y que ha inspirado en lo que se ha denominado por muchos el “neoconstitucionalismo andino” y donde de pergeña el concepto del buen vivir que ha tenido repercusión en el Derecho ambiental y otras materias. Es una respuesta a las propuestas eurocéntricas y del norte económico teniendo como base principios de los integrantes de pueblos indígenas. El modelo económico actual muestra signos de cansancio desde hace un buen tiempo y no se puede seguir en ese sendero. Con el detalle que implementar lo que dice en el texto constitucional lleva sus luces y contradicciones. Hay un centro cívico que ha sido diseñado por el arquitecto Francisco Aguilera, dicen que desde lo alto se asemeja al vuelo de un cóndor. El recorrido por el centro cívico lo hicimos con una guía amable y muy apasionada con las actividades y proyección del centro y la historia de su país, gratamente reconfortante – la guía había vivido en España. Rápidamente te puedes dar cuenta de ciertas corrientes o mares de fondo que atraviesa el país como la disputa por la hegemonía entre la población de la costa (Alfaro era de la costa) con la población de la sierra como Quito. Es un lugar de gran simbolismo constitucional como pocos en América Latina, el centro podría aglutinar o promover estudios de historia política como la repercusión en la historia y el presente de Alfaro, del constitucionalismo de esta parte de América del Sur, seguro que con el tiempo lo harán y sería muy bueno. No deberían desaprovecharlo. Las recetas la deben encontrar ellos mismos. Fue un paseo interesante no solo por conocer el centro sino por saber más de la historia que forma de las historias de la América mestiza como la llama es escritor colombiano William Ospina.

http://www.rtve.es/alacarta/videos/premios-principes-de-asturias/premios_asturias_1_191018/4800469/

Manta

Publicado: octubre 21, 2018 en Uncategorized

De Quito a Manta es menos de una hora en avión. Estas bebiendo el jugo/zumo que te dan en el avión y tumbándote en el asiento y están anunciando que estamos próximo a nuestro destino. Es muy de madrugada el vuelo pero merece la pena. De dos mil ochocientos metros del nivel del mar pasas a casi rozar el nivel del mar, a seis metros. Por esta zona ocurrió el seísmo hace unos años, el epicentro fue el pueblo de Puertoviejo. El runrún era que la adversidad del desastre natural ha mostrado la capacidad de resiliencia de la población, se ha recompuesto con gran empuje y decisión. Con esos antecedentes viajamos y sabiendo que por aquí fue la ruta de La Condamine en su periplo viajero. Nos hablaron bien de Manta. De la estancia y de la buena comida. El hotel estaba a unos metros del mar, tenías que cruzar una avenida muy transitada y ya estabas pisando la playa de “Los murciélagos” y disfrutando del mar. El olor a algas me transporta a mi infancia en la tierra de Abraham Valdelomar, de niño pasaba caminando por la posible casa del vate peruano. Se me venía a la cabeza mis años en Pisco, frente al Mar Pacífico como aquí. En ese horizonte marino imaginaba mil historias y batallas de piratas alrededor de las islas que se veían muy de lejos. La caleta de pescadores. Las embarcaciones en plena construcción unas y otras en reforma. Ver a los botes pescadores así casi desnudos nos muestra la fragilidad frente al mar. Son como la panza de una ballena pero de madera. A los lejos ves el perfil del puerto. Dicen que es de mayor calado que el de Guayaquil, pero hay de por medio una decisión política como badén, como no, contra el sentido común, el menos común de los sentidos. Nos comentaban que en el puerto acoderan transatlánticos de turismo que llegan mensualmente. El único pulso con la ciudad la he tenido con sus playas y el mar. Muy cerca de la playa, a unos metros, se han construido apartamentos y hoteles a todo gas y algunos con mucho lujo ¿por qué tan cerca del mar? Espero que la avidez inmobiliaria no gane al paisaje marino y no se privaticen las playas lo que sería un desacierto. Espero que las decisiones políticas no empañen el paisaje. Ishalá.