Archivos para junio, 2017


El escritor keniata Ngugi wa Thiong’o. JOAN SÁNCHEZ

http://cultura.elpais.com/cultura/2017/05/08/actualidad/1494264397_543088.html

Tiempos magros (dos)

Publicado: junio 29, 2017 en Uncategorized

Sigo en mi habitación cerrada a cal y canto. He puesto papel periódico en las rendijas de las ventanas, en las de las puertas para que no entre la batahola del puerto. No intento abrir la ventana ni la puerta por más que la quieran derribar. No abro a nadie, salvo a mis viejitos cuando vienen a visitarme previa llamada telefónica, están preocupados por mi situación. El otro día me interrumpieron unas personas de camisa blanca y corbata, me pidieron unos minutos para enseñarme lo que dice la palabra de Dios. Los miré y les dije seco pero amable, perdonen la molestia, soy agnóstico y sin mediar más palabras cerré la puerta, espero que no se hayan ofendido. Estos días aprovecho para repasar y leer los libros. Es una larga lista. Unos se presentan más atractivos que otros. Al ver la tapa y los títulos de los libros lo anoto en mi libreta y me doy un plazo para leer –algunos he acertado y en otros ha sido un acto fallido. Los ensayos y las novelas las leo mejor. Pero los libros de especialidad me cuestan más. Por ese lenguaje muy sofisticado y vana filosofía. En la librería de la habitación hay un grueso libro de fotografías que casi siempre me detengo en sus fotos. Le doy vueltas en la cabeza esas imágenes. Cada detalle de la foto es una motivación para estos días difíciles. Son fotografías de la época del caucho, sonrío. Era un tema que antes nadie se osaba meter, pero por estos días cualquier improvisado da una charla y se pone hablar sin ningún rubor con la justificación más peregrina. No creo haya una sola memoria si no muchas de ellas. Unidas todas estas historias podemos enhebrar un telar de historias con diferentes voces. Sí, es un período que falta investigar en todos los ámbitos. Sigue coja en la memoria colectiva. Enciendo la tele y un colega suelta la siguiente parrafada en la que dice que todavía no se ha escrito la novela total sobre el período gomero, sonrío, ¿hay novela total?, ¿la necesitamos?, ¿la segunda guerra mundial necesitó una novela total?, ¿más bien lo sucedido en el caucho no debería promover una estética y modo de pensar diferente?, ¿Acaso no sabe que los grandes relatos han sucumbido desde hace tiempo?


Stefano Rodotà

http://www.repubblica.it/politica/2017/06/23/news/e_morto_il_giurista_stefano_rodota_-168926894/

Tiempos magros

Publicado: junio 27, 2017 en Uncategorized

El hombre estaba encerrado en su habitación desde hace mucho tiempo. Desde que le despidieron de la empresa en la que trabajaba. Un día viernes de mucho sol fue a la oficina y le dijeron que recogiera sus cosas que estaba despedido, sin opción a réplica. Se le vino el mundo encima. No puede ser, seguro que es un mal entendido balbuceó sin mucha convicción, no soy yo. Lo era. No daba crédito a lo que le decía el jefe de recursos humanos quien le mostraba una carta y su liquidación. Llevaba unos años trabajando en la empresa desde que salía a sol hasta su puesta, inclusive en las noches cuando le requerían. Somos una gran familia, les dijo el gerente, con voz paternal, camiseta amarilla con un lagarto como emblema y unas gafas de montura de color roja (era un moderno), una vez que trabajaron hasta casi las cinco de la mañana para limpiar toda la basura que flotaba en las aguas. La mirada de empleado de la oficina que le mostraba la carta era neutral, sin una pizca de compasión. Estaba delante de él, parecía una imagen congelada. Era uno más de la lista. Ese año habían ya despedido a cerca de cuarenta personas. La empresa no tiene liquidez, era la excusa más manida y escuchada. Uno de sus patas con el dinero que le dieron de la indemnización puso un negocio, no le va mal. Pero otros se han gastado en borracheras, mujeres y están en la ruina. Nadie puede soportar estar sin chamba ¿con qué cara miro a mis hijos, a mi mujer? Un amigo del barrio lleva más de quince años sin trabajar, me cuenta que hace lo indecible para no volverse loco. Se inventa tareas y oficios cada día. Son los parados de larga duración. Este mundo es más precario cada día. Sigo aferrado a mi habitación ¿para qué salir? Cuando falta algo en el frigo, me levanto muy temprano y voy al supermercado para comprar con una lista. Nadie me ve y tampoco saludo con quienes me cruzo por la calle. Eludo las miradas. Si abro la ventana la bulla que se filtra me da tanto la murga que marchita las ganas de hacer algo ¿Me estaré volviendo loco o será esta ciudad sin norte que ha perdido la cabeza?

Tengo 62 años: en la línea horizontal de la vida ya he tenido el momento vertical de la madurez al descubrir que sé reírme de mí misma. Nací en Minnesota en una familia noruega. Soy madre de Sophie Auster y estoy casada con Paul Auster. Publico ‘La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres’

http://www.lavanguardia.com/lacontra/20170605/423198710845/el-machismo-es-una-forma-mas-de-pereza-mental.html?utm_campaign=botones_sociales&utm_source=twitter&utm_medium=social&utm_campaign=botones_sociales&utm_source=twitter&utm_medium=social

Decisiones

Publicado: junio 25, 2017 en Uncategorized

Al leer “Justicia ¿hacemos lo que debemos?”, el libro de Michael J. Sandel lo que me llamó la atención fue que el autor reflexionaba sobre casos muy concretos, por ejemplo, la venta de agua después de un huracán en Miami, Estados Unidos, y las consecuencias éticas sobre la justicia, al haber escasez de agua los precios eran de escándalo a pesar de la necesidad de mucha gente que había vivido el drama del huracán ¿en estado de necesidad era necesario especular con el precio del agua?, ¿eso no es la regla de la oferta y la demanda, digo el de los precios? Al hilo de esta idea he tomado dos casos muy concretos para reflexionar como asume la sociedad hoy en día situaciones cotidianas relacionadas con la ética. Un famoso se va de fiesta. Entre baile y copas se pone como una cuba. Aún así toma la decisión de conducir su coche. Se va del sarao y conduce, a todo tren, por una carretera de doble vía. El señor X transitaba por el sentido contrario. De un momento a otro siente un brutal golpe en el coche que lo deja muerto al instante – el señor tenía tres hijos y gozaba de una buena vida de familia. El famoso que venía en sentido contrario conduciendo adormilado, se despistó un segundo, invadió el sentido contrario y arrolló al vehículo que conducía el señor X. Hay un juicio lo condenan y al poco tiempo está en la calle, hoy hace una vida normal. En la segunda historia tenemos que una médico que atendía en la consulta de un hospital de un de repente sacó un cuchillo y mató a tres e hirió a otras siete personas. La médico que utilizaba el cuchillo sufría esquizofrenia paranoide. Una de las víctimas era una colega. Hay un juicio y la condenan por varios años en una institución psiquiátrica. El comportamiento de la médico ha sido ejemplar en estos años (lo dicen sus compañeros y compañeras), tanto es así que lo forenses han solicitado su libertad. Claro, esta solicitud ha levantado ampollas en la sociedad y los afectados, dicen que debe permanecer recluida. No es fácil dirimir en casos como estos. En un caso tenemos a una persona normal pero con alcohol en el cuerpo y aún así condujo a toda velocidad, de acuerdo con los testigos, a pesar de la muerte del señor X, por estos tiempos está haciendo una vida normal. En el otro, una persona enferma, mentalmente, que causó graves daños, pero parece ser que ha superado esa dolencia con tratamiento médico pero como es una persona con un padecimiento mental la oposición (¿será un prejuicio con estas personas que adolecen esta discapacidad?) es mayor de parte de la sociedad – una lectura de Foucault sobre la locura nos diera más pistas, pero ¿Qué debemos decidir? Ambos causaron la muerte de personas por causas distintas. Una de ellas en su sano juicio y la otra con una enfermedad mental. Una está libre por ley y la otra depende de un informe médico. No crea, lectora o lector, la solución no es fácil.

Estamos en 1913, en el centro de la vida cultural y política de Europa, un centro que pasa fundamentalmente por Viena, Berlín, Praga, París, Múnich y, a lo lejos, Londres. Las élites culturales alimentan incesantemente su ilustración en los periódicos, folletines y saraos literarios, en las galerías de arte, los conciertos, las tertulias de café. Están febrilmente al corriente de la actualidad cultural y artística y siguen con cierta distancia la actualidad política, mucho menos excitante.

Pero entre esas élites hay jóvenes revolucionarios que en la clandestinidad van preparando tiempos nuevos. Son tiempos que imaginan llenos de creatividad, innovaciones e irreverencias que rompen con las rutinas, las inercias, las convenciones. Es el nuevo siglo en plena efervescencia de la primera juventud. Se discuten nombres, obras y acontecimientos, muchos de los cuales aún hoy, un siglo después, nos son familiares…

Para una sociología de las ausencias

¿Ni pro ni contra?

Publicado: junio 22, 2017 en Uncategorized

Recuerdo que en los inicios del diario “Pro y Contra” una de las señas de identidad, la más valiosas, era que escuchaba a las dos partes de noticia. El lector o lectora sacaba sus propias conclusiones luego de leerlas. Me parece que ese perfil tenía cierta aceptación en las personas que lo leían. Fueron los años verdes. Pero esa seña de identidad con el recorrido del diario se ha ido diluyendo por diferentes circunstancias. Parece ser que la idea del proyecto inicial se torció por diversos motivos. Me viene a la memoria que en esos años la poeta Ana Varela editaba la revista “Varadero” (era un faro en las tinieblas de la floresta) bajo los auspicios del diario que como muchas cosas buenas en la floresta tuvo corta vida. Desde entonces el espacio cultural en el diario no volvió a ser el mismo, se intentó con el suplemento “Katenere” pero igual agonizó rápido. Desde la distancia muchos amigos y amigas me comentan que el diario ya no es lo que era. Que ha perdido frescura, norte, objetividad. Creo que una debilidad del periódico fue no tener un proyecto sobre la Amazonía – como espacio de discusión, eso hubiera sido un gran contrapeso para no ir a por otros intereses, por dejarse ganar por la coyuntura (¿alimenticia?). Un amigo, recientemente fallecido, me decía que por los años noventa el diario estaba colonizado por intereses fujimoristas. Y discutimos amablemente por eso – aunque mucha gente piense lo mismo que este amigo. En este proceso de transformación (o metamorfosis casi kafkiana) se observa que desde hace un buen tiempo el diario está plagado de titulares y noticias amarillistas sobre crímenes y muertes en la cidade ¿será para ganar más lectoras? Además que políticamente el diario ha tomado partido o mostrado sus preferencias por diferentes actores políticos, los lectores y lectoras lo notan. Por ejemplo, la crítica lapidarias a los actuales gobernantes de la región – regional y municipal, no se leía de otros presidentes regionales que pasaron por el poder (y eso que muchos han terminado en el penal). O las duras críticas a la congresista Donayre (quiero pensar que las puyas son como congresista y no como mujer) no son iguales cuando ejercía el congresista Isla como presidente del Congreso con muchos yerros en su haber – que en mi opinión fue una gran oportunidad perdida para la región por una gestión timorata y con falta de ideas. A pesar de todas estas sombras sobre el proyecto inicial debo reconocer que el derecho de opinión que la ejerzo con una columna en el diario siempre se respetó. Pero el diario debe cambiar, no puede seguir en el camino escabroso que está pasando, no es el mejor ¿no sería bueno volver a los orígenes o reinventarse?


Jo-Anne McArthur en un momento de la entrevista. Foto: Javier Gamonal

http://www.eldiario.es/caballodenietzsche/crueldad-animales-fotografia_6_652744744.html

Un abrazo de sierpe

Publicado: junio 20, 2017 en Uncategorized

Di viaggio o di viaggi nella foresta siempre está en la mente de quienes están en ella o de los que se van a la selva ¿será la anchura del mar verde donde todo está patas arriba que excite a los viajeros y viajeras? Es un movimiento dialéctico y permanente como cuando repta sigilosamente una serpiente. Nada está quieto. Se viaja a través de la ayahuasca, de las historias, de los mitos o en barcos a lo largo de sus ríos y meandros. Nadie queda en su sitio, se mueven hasta los árboles. Este breve introito es para reseñar la película “El abrazo de la serpiente” donde quien hace el viaje es Karamakete, un indígena que se ha convertido en un “chullachaqui”, un hombre sin atributos, cercenado de emociones y con apenas recuerdos – la historia del chullachaqui este personaje amazónico es diferente al de conocemos, el nuestro es un diablillo que busca hacer perdernos en la frondosidad del bosque. El es el gran protagonista de la historia, de esta historia narrada en blanco y negro (dicen algunas apostillas sobre la película para poner calma a la exuberancia de las imágenes de la selva que en verdad lo logra). Lo interesante es que el chamán Karamakete siempre fue un marginal, contestatario, levantisco y en su camino carga un sentimiento de culpa con lo que le pasó en su aldea o comunidad que prácticamente ha desaparecido de la faz del bosque. En el relato aparecen algunos caucheros peruanos y colombianos que están relacionados con el descepe de este recurso del bosque. La historia hace coincidir, en diferentes momentos, con la llegada a la selva de un explorador y un botánico extranjero – uno más codicioso que el otro, en busca de la planta de la chakruna o yacruna y quien les echa un cable es el chullachaqui que no les pone fácil el camino. Con el último visitante Karamakete le hace hurgarse en su propio yo para que pueda conocer donde habita la planta. Cuando la conoce hace su viaje a través de las alucinaciones que será su salvación pero el viejo chamán desaparece de la historia. Me parece que es uno de los primeros relatos en el cine sobre la Amazonía en que el protagonista es un indígena aunque quizás haya podido nutrirse el relato, solo hay algunos guiños, de una visión del perspectivismo en la floresta, la película hubiera ganado más anchura.