Archivos para febrero, 2017

Relatos del infierno (IV)

Publicado: febrero 28, 2017 en Uncategorized

Para aprender a leer es necesario aprender a guardar silencio
Joan- Carles Mèlich

En el caso de la literatura amazónica- no abordo el tema de la literatura oral u oralitura como también la llaman que es otro gran ámbito, el hecho de tener unos relatos indirectos sobre lo sucedido en las orillas de esa zona del Putumayo también ha influido notablemente en su propio desarrollo de las letras en la floresta. La casi ausencia de los relatos del infierno en la algaida ha tenido efectos abrasadores en la memoria. Porque en lugar de cuestionar la escritura que se venía trabajando, casi pictórica y de gran arraigo regionalista- en el sentido de pergeñar y exaltar el mundo local, la actitud fue complaciente y de desmemoria. Es decir, que los scrittore e scrittrice del marjal continuaron trabajando sobre los mismos trillados cánones. Casi una actitud de solipsismo frente a lo sucedido. De encerrarse a cal y canto en la torre de marfil. De cerrar los ojos, taparse los oídos y mirar con amnesia la página en blanco. De seguir pintando machaconamente con los mismos cromos la aldea, ignorando que la aldea había sido bañada de sangre y que necesitaba recordar, hacer memoria para sanearse de lo ocurrido. Se necesitaba con urgencia proponer otros textos, de alguna manera los lienzos de Gino Ceccarelli nos quieren decir eso, él trabaja con esa parte de la memoria y el presente de la ciénaga. Este quehacer nos obliga a no ser complacientes frente a la literatura nacional – aquí un apunte, me parece que la literatura nacional colisiona frontalmente con el concepto/definición de literatura amazónica pero eso es otro rollo. Después de lo del Putumayo la literatura de la floresta, y el arte amazónico en general, ha debido proponer un nuevo lenguaje, una nueva visión que algunos poetas lo han logrado con gran mérito. Esto es una tarea permanente, y el Putumayo nos enseña que en este quehacer no hay que tener descanso. Hay hermanas y hermanos, muchísimos que hacer.

cultura

http://www.elespectador.com/noticias/cultura/y-si-le-echamos-una-ojeada-la-literatura-indigena-articulo-680903

Relatos del infierno (III)

Publicado: febrero 26, 2017 en Uncategorized

Entender la vida humana como constante lectura y escritura
Joan- Carles Mèlich

Cierta vez en la presentación de un libro me dijeron ¿por qué era tan obsesivo con los sucedido en el Putumayo? Respondía que no era una obsesión banal ni ojeriza contra nadie. Mi interés es hacer una relectura de lo sucedido. No era ni es con el ánimo de incordiar a la pléyade de políticos del marjal. Sostenía y sostengo que lo ocurrido en el Putumayo es la clave o claves de lo que sucede en la floresta y su relación con el mundo el día de hoy. Que desde los márgenes se puede reflexionar sin ser marginales, que se puede buscar ese diálogo descentrado con esa construcción social llamada Perú. Que no nos debemos quedar refunfuñando con lo ocurrido, no, es necesario detenerse más aún en estos tiempos de prisas y urgencias. Una de esas reflexiones está encaminada con la memoria y la debilidad por recordar desde ese lugar del mundo. Leía hace poco que la barbarie del siglo XX, en cierta manera, es de la acumulación de tensiones no resueltas del siglo anterior. En cierta manera, esas tensiones nos dan pistas con lo sucedido en las caucherías del Putumayo. Y esto tiene que ver de nuestra visión/relación con el otro. El siglo XIX se pensó mucho en el individuo sin importar el otro – el pensamiento racista tiene su gran laboratorio en ese siglo (¿será recordar lo ocurrido con la población en el Congo de parte de Bélgica?). En el caso peruano esa expresión altísima del individualismo (de negar al otro) lo tenemos con el océano salino del racismo, en todas sus manifestaciones, siendo una muestra de ello en el Putumayo – hoy son las persecuciones y muertes a líderes indígenas que defienden sus recursos naturales. Así tenemos el desprecio por la vida de los indígenas, al ser mirados como mano de obra barata y sin derechos que perdura hasta hoy en muchos lugares de la floresta. Recuerdo que el fiscal de la causa del Putumayo señaló que sus testimonios no tenían valor al ser considerados como cosas. A la población de la ciudad les importó un pimiento lo que sucedía en las caucherías de la empresa de Arana. A la población nacional también mostró su desdén ¿acaso lo sucedido en el Putumayo es una reflexión acabada?

Filosofía bajo la lluvia

Publicado: febrero 25, 2017 en Uncategorized

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El Ulises de James Joyce, en edición de Cátedra y traducido por Francisco García Tortosa, tiene poco más de 900 páginas y cuenta, en un resumen injusto, la historia de Stephen Dedalus, un joven con pretensiones filosóficas, y de Leopoldo Bloom y su esposa, Molly, una pareja dividida y triste y también deudora de un amor limpio y claro. En sus dieciocho capítulos incluye narraciones tradicionales —un narrador en tercera persona, que describe con paciencia—, monólogos interiores —como todo monólogo, en apariencia caótico—, diálogos teatrales, secuencias fílmicas y un entramado experimental de relatos que exacerban y exigen del lector una atención casi obsesiva por el detalle, por la corriente constante y desvariada que es la vida.

http://www.elespectador.com/noticias/cultura/la-guia-broderick-para-entender-joyce-articulo-678972

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Relatividad 1953 Litografía, 27,7×29,2 cm The Escher Foundation Collection All M.C. Escher works © 2017 The M.C. Escher Company. All rights reserved

http://www.eldiario.es/cultura/arte/MC-Escher-Islam-dibujos-imposibles_0_607889646.html

Los relatos del infierno (II)

Publicado: febrero 23, 2017 en Uncategorized

Una justicia ética es una justicia que cede el paso a la alteridad
Joan- Carles Mèlich

A diferencia de lo ocurrido en los campos de Auschwitz, en las caucherías del Putumayo, lo que ha cundido a lo largo de la historia de la floresta ha sido silencio y olvido. Como si las muertes de indígenas por la codicia por los recursos naturales fuera solo una anécdota dentro de esto lo que llamamos progreso, modernidad. No sólo en el ámbito local si no también en el ámbito nacional. Ha pesado un silencio cómplice. A todo esto ¿tenemos los relatos de infierno de lo ocurrido en el Putumayo?, ¿lo sucedido fue contado por sus protagonistas? Recuerdo una vez que estuve por El Estrecho, en el Putumayo, traté de entrevistarme con un sobreviviente del Putumayo, pero desgraciadamente, el anciano ya no recordaba nada, sufría arterosclerosis. He huroneado bibliotecas buscando esos testimonios pero no ha sido posible hallarlos (posiblemente, en Colombia haya algo). Es decir, que los relatos del infierno lo tenemos a través de intermediarios. Me explico, muchos de los testimonios de las víctimas del Putumayo están en el libro del magistrado Carlos Valcárcel, que fue dentro de un proceso judicial. Y través del “Libro Azul” de Roger Casement luego de su estancia por esas tierras del diablo. No tenemos un testimonio directo de las personas que sufrieron esos sangrientos atropellos. En el libro del juez Valcárcel se anota que los asesinos de indígenas trataban de ejecutar a los ancianos. Por una razón sencilla, para que los jóvenes no recuerden. Se trataba de eliminar la memoria. La acción de los caucheros con el tiempo les dio la razón. Lo del Putumayo es una mera anécdota del desarrollo. Casi se ha olvidado. Los relatos del infierno nos remiten a la memoria (la memoria es el territorio del recuerdo y del olvido también). Por eso, hay que sanear lo ocurrido en ese lugar de la floresta recordando para que no vuelva a ocurrir. Pero desgraciadamente, esa lección la hemos olvidado. La filosofía perulera y sus integrantes ni si siquiera se han puesto a pensar/reflexionar sobre esas muertes, sigue siendo una fábula en ese rincón del país – con el tiempo lo ocurrido con la violencia política de los ochenta y noventa, mayoritariamente, en los Andes ocurrirá los mismo. Observemos lo que está ocurriendo hoy con la contaminación petrolera en los ríos amazónicos, para los citadinos es solo una historieta de indios politizados. Hasta ahora, la ecuación de los recursos naturales + poblaciones amazónicos+ desarrollo, sale con debito. Para muchos esos relatos del infierno son irrelevantes, olvidan que es el meollo de la memoria.

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Un indígena Araweté en una reunión en el centro de convenciones de Altamira, en el Pará (Brasil). LILO CLARETO

http://internacional.elpais.com/internacional/2017/02/06/actualidad/1486385972_496318.html?id_externo_rsoc=FB_CM

Los relatos del infierno (I)

Publicado: febrero 21, 2017 en Uncategorized

Y cada nueva lectura, aunque sea del mismo texto es una lección
Joan- Carles Mèlich

Cuando uno lee lo sucedido en los campos de concentración nazi que es uno de los sangrientos momentos de la humanidad en el siglo XX, se viene al recuerdo Auschwitz, para muchos la humanidad no podría ser la misma desde este hito del horror. A pesar de todo este horror del infierno lo que encontramos son relatos que algunos lo ha denominado los “relatos del infierno”, estas historias narran lo vivido en el averno. Los que testimonian esos relatos son los sobrevivientes (y víctimas) de esos campos de concentración, hombres, mujeres y niños. Para citar ejemplos emblemáticos, dentro de los muchos que hay, como es el caso de Primo Levi con la “Trilogía de Auschwitz” describe descarnadamente lo que sufrió en esos campos donde residía el mal. En el caso español es el de Jorge Semprún con “La escritura o la vida”, en el testimonio de Semprún aparece entre los personajes M. Halbwachs, intelectual que trabajaba aspectos sobre los marcos sociales de la memoria. Son testimonios muy dramáticos con lo sucedido en esas comarcas de la barbarie. En Buenos Aires al visitar el Museo Judío se puede advertir lo que pasó con la hegemonía de las ideas totalitarias (una idea totalitaria hoy es el mercado o el progreso, por ejemplo) contra las personas humanas. Es más, sobre lo sucedido en esos territorios donde dejamos de ser humanos (llegaron a ser, para la burocracia nazi o de la muerte, simples números que estaban inscritos en la camisa) hay una gran y prolífica literatura con el propósito que esos hechos no vuelvan a ocurrir. La filosofía ha tomado posición y reflexionado con lo ocurrido en los campos de concentración. A todo esto, esos aludidos relatos del infierno se convierten en el sostén de la memoria, de la palabra, de la filosofía. Una de las pocas maneras de hacer memoria es a través de esos relatos, de recordar, de volver a vivir con el propósito de sanearse con uno mismo. Escuchar esos testimonios es sentir compasión por el otro, por quien ha sufrido. Esas emociones públicas deberían formar una ciudadanía crítica y vigilante sobre el mal que llevamos dentro. Estar atentos a lo que ocurre en muchos agujeros negros de legalidad que vive en el mundo como pueden ser los territorios en Palestina, la situación de los inmigrantes en Europa, África, América. O la situación que afecta derechos fundamentales como es el caso de la contaminación petrolera en los pueblos indígenas en la Amazonía continental ¿en el caso de la floresta hubieron esos relatos del infierno como fue el caso del Putumayo?, ¿se ha podido reflexionar, en este patio trasero de Perú, debidamente por lo ocurrido con los crímenes del Putumayo?, ¿la filosofía perulera se ha puesto a pensar con lo ocurrido?, ¿cómo hemos reaccionado los amazónicos y amazónicas?

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Marina Garcés pide una nueva filosofía para una nueva sociedad. Pere Tordera

http://www.elespanol.com/cultura/libros/20161206/176233048_0.html