Recuerdo que cuando vine a Madrid mi cuñado tenía una foto pegada en la pared de su dormitorio, era Dieguito Maradona con la camiseta del Boca Junior. Ahí estaba el Pelusa haciendo una estética gambeta. Esa imagen me hacía volar a los tiempos en que saboreaba los sutiles regates de Diego en los campos de fútbol. No sé desde cuando siento devoción por su fútbol, mi memoria no tiene una señal clara. Pero, desde que lo que vi sabía que era un calciatore diferente. Un amigo chileno que estuvo en el estadio de Ciudad de México, en el partido de Argentina contra Inglaterra, me dijo que él sabía que algo grande iba a ocurrir y no sabía qué, tenía un pálpito desde que salió de casa. Una corazonada. Amén de la mano de Dios, fue la jugada posterior que fue calificada la mejor de la centuria. Es una jugada cargada de historia, de ideología, de indignación, de reivindicación, lo decía todo. Diego recibe la pelota en propia cancha, driblea a varios jugadores hasta el área contraria y termina en un grandioso gol. Eso era Diego en esencia, hacer cosas que muchos soñábamos hacer con el balón. Recuerdo cuando visité la cancha del Boca Junior en Buenos Aires, de color amarillo y azul, la mítica Bombonera, en mi recuerdo revivía las jugadas memorables del Pelusa, la afición a merced de él coreando su nombre. Un taxista en Buenos Aires, me decía con gracejo porteño, que Diego era puro corazón, no era un pecho frío, era un xenienze bonachón que asistía con su mujer y amigos los fines de semana a ver a Maradona. El interior del taxi estaba lleno de recuerdos del Boca y de Diego. Cuando lo veía jugar por la tele sentía pulsaciones a mil. Era un espectáculo verlo jugar. El taxista que nos llevaba del aeropuerto al hotel en Nápoles era, obviamente, del Napoli, igual recordaba con nostalgia los años de Diego por esos charcos. Pasar por el estadio de San Paolo era en una romería obligatoria. Recuerdo que la guía que nos indicaba el callejero de la ciudad decía que Diego era uno de los santos que había sido reclutado para el santoral napolitano, seguro que cuenta ahora con San Diego. Grazie per tutto, Diego.
P. D. Siempre le exigieron demás a Diego hasta después de su muerte. Le exigían y exigen virtudes que ningún mortal tiene.
Un gran documental, sentidamente humano, es el que hizo Asif Kapadia, un director inglés sobre él, “Diego Maradona. Rebelde. Héroe. Tramposo. Dios”, se entiende mejor la vida de claros y sombras de El Pelusa.
Archivos para noviembre, 2020
Morto Diego Armando Maradona: el Pibe de Oro aveva appena compiuto 60 anni
Publicado: noviembre 26, 2020 en UncategorizedSoy un fisgón de las redes sociales, aunque no participo activamente en ellas. Pero aguzo la mirada de lo que sucede en ese mundo líquido. Con tantas personas en ella se puede llegar a la conclusión que es un bestiario que muestra los pelajes de la humanidad de estos tiempos virtuales. De estos momentos que se difuminan en horas, en segundos. Soy testigo de esas voces que se catapultan al estrellado o les lapidan (virtualmente) como en los tiempos donde te castigaban con pedradas reales – desgraciadamente, en algunos países todavía se castiga con estas penas. También me asombro de la construcción de cierta “moralidad” líquida en ese espacio. Hay vetos y castigos. Aunque, también he descubierto que existen muchos personajes fascinantes escondidos en esa maraña. Uno de ellos tiene por características el de soliviantar a las masas. Son muy perspicaces y están atentos a cualquier cosa que se mueva en el mundo. Ellos están allí. Puede ser a través de un vídeo, una frase suelta, el post de un pata que dijo tal o cual cosa sobre la situación de marras. Es un nuevo tipo de solidaridad virtual. Por ejemplo, en los incendios en la Amazonía o en el Amazonas (como dicen por aquí) brasileño emergían en los muros de FB post de solidaridad pidiendo que cesen esos incendios ¿cuál era su efecto?, ¿tuvo algún impacto esa protestas?, ¿son seres compasivos? Son personas que han traslado sus sueños, sus propias utopías a las redes y, sinceramente, no sé cuáles son realmente sus efectos, seguramente luego de atizar a propios y extraños dormirán mejor, sería la mejor recompensa. Con lo último que ha pasado en Perú con la vacancia presidencial, protestas ciudadanas, elección del nuevo presidente por el Congreso, estos atentos seres de las redes sociales lanzaban denuestos contra los adversarios y viceversa que se oponían a tal o cual medida, llamaban a la acción, a tomar las calles, aunque ellos seguían en el FB, desde muy lejos y sin moverse de la poltrona. Paradojas de estos magros tiempos.
Hace unas semanas, en estos días de otoño, leía en el Diario del Amazonas de Roger Casement que mientras él visitaba los territorios del diablo en el Putumayo le daba tiempo para perseguir mariposas. Es más, en su diario él cuenta esta afición: “Omarino y yo acechamos algunas maravillosas mariposas, con lunares negros y verdes, y con una rayas y negras y carmesí escarlata. Omarino capturó una – una blanca y roja- pero dejé que se fuera enseguida y voló sin que le hiciéramos daño. Fui incapaz de aplastar el pequeño cuerpo palpitante entre mis dedos”. Aquí se percibe la sensibilidad del comisionado por estos insectos. En otro momento cuenta: “Vi algunas mariposas espléndidas hoy- diferente de cualquiera de las que vimos en el alto Igarapaná-, una variedad pequeña con puntos redondos, naranjas y negro, que era excelente. Mientras estábamos e Recreio y Triunfo, un ser alado y grande, de color amarillo ocre y siena quemado, revoloteó a lo largo de la cubierta”. Narra con detalle como son estas mariposas que observa. La información también decía que la colección de mariposas de Casement del viaje al Putumayo se puede ver en el Museo Zoológico de Dublín. En el mismo diario, de este comisionado del imperio inglés, muestra su desosiego, molestia, de estar en un territorio donde la muerte se observa y se huele por las diferentes estancias. Señalaba en una parte de su diario que: “No he hecho nada en todo el día- no me encuentro muy bien-, este horrible ambiente criminal me pone enfermo”. Cuando leía que él se ponía a atrapar mariposas en un viaje donde todos los días observaba la esclavitud de seres humanos, las muertes, testimonios sobre asesinatos o como él llamaba “ambiente criminal”, seguro que ir con la redecilla a atrapar esos insectos ¿era un tubo de escape a lo que veía?, ¿hay un límite moral para hacer público nuestras aficiones en medio de una barbarie? Me deja aturdido.
Husmeando algunos vídeos por internet me percate de uno muy interesante para lo que estaba buscando. Estaba hecho en Colombia y tiene el nombre de La sangre blanca, está hecho en tres entregas- es lo que pude saber, la última entrega y epílogo lo termina en Iquitos entrevistando a personajes pintorescos de la vida social de la isla. Al margen de este comentario, son entregas que se pueden ver por más sesgo nacionalista que se advierta. El caucho desangró la Amazonia, no solo fue Julio C. Arana sino también los socios colombianos que son nombrados en la novela La vorágine de José Eustaquio Rivera, pero ese dato se silencia en las entregas de La sangre blanca ignorando lo que sucede en la floresta nos atañe a todos. Una investigación interesante sobre los intereses internacionales la ha hecho la historiadora Pilar García Jordán, nos da muchas luces sobre el tema. Pero, vayamos en las entregas y esos mínimos reproches de perspectiva, hay una de ellas la mar de interesante es cuando se menciona a la Casa del Conocimiento que está ubicada en La Chorrera. Se muestra un inmueble con mucha historia. Uno mira detenidamente, claro, la memoria se dispara a esos años donde hay imágenes que se entrecruzan y que continúan dando batalla. Ese inmueble de dos pisos, de inmensas puertas, es la que aparece en muchas fotos de La Chorrera, era el centro de acopio y vivienda de la empresa de Arana ¿se torturaba también allí? De acuerdo al reportaje, ahora funciona allí un colegio. Me quedé de piedra ¿un colegio? Me pregunté. Sí, es un colegio, quien mostraba las instalaciones era un dirigente indígena donde recordaba lo que era la casa y lo que es ahora. Se entrevista a niños que van a ese centro de estudios que la han bautizado y ¿resignificado?, como la Casa del Conocimiento. La vueltas que da la vida.
Poemas escogidos de Sui- Yun, la poeta del verbo y la sangre
Publicado: noviembre 17, 2020 en UncategorizedP. D. El desmedido uso de la fuerza y la brutalidad contra los que ejercían el derecho de manifestación es de gran preocupación. Hay jóvenes que han muerto, ojalá se sindiquen a los responsables.
Sin querer el Congreso ha tomado protagonismo en esta transición ¿puede ser un árbitro fiable y que vele por la ciudadanía?