Archivos para febrero, 2024

En estos tiempos de crispación y de emergencia climática, a pesar de todas las alertas científicas, hay personas que se afanan en negar esas evidencias o las tuercen con interpretaciones caprichosas. Con información científica en la mano sabemos que el 2023 y 2024 son los años donde las temperaturas han ido al alza ante la preocupación de todos. Los negacionistas encuentran asidero en muchos medios de comunicación afines y lo que dicen o hacen, suena de manera estridente. Esta ola negacionista, curiosamente, coincide con el auge de la extrema derecha (hay que añadir a la izquierda desarrollista como Lula, Morales y otros) y de las ideas como los terraplanistas, los antivacunas y un largo etcétera de estos grupos que cuestionan lo que dice la ciencia sobre el clima o la ciencia. Hay negacionistas que lo dicen, sin filtro, lo que se les pasa por la cabeza, sin medir las consecuencias, o sí, va a un público cautivo que los aplaude a rabiar y jubilosamente. No quiero ocuparme de ellos que lo pueden ver en algunos titulares de los diarios amarillos y de otros colores.

Más bien, quería fijarme en aquellos que avanzan en sordina. Sí, silenciosamente van consolidando sus objetivos. Esos negacionistas silentes son los que existen en la Amazonía y con diferentes pelajes. Así tenemos a un congresista a pesar de las advertencias científicas del cambio climático sigue presentando proyectos de ley a favor de los intereses extractivistas como la derogación y adiciones a las leyes forestales o la negación de la existencia de pueblos indígenas no contactados o aislados. Seguro que no se declara negacionista, pero sus acciones lo pintan de cuerpo entero. O a un gobernador regional que no tiene idea de lo que es la mudança global y observa a la floresta como un gran espacio para el machete y la motosierra, mismo Milei. Lo curioso es que este gobernador está en todas las cumbres mundiales sobre el medioambiente (¿O será que es un turista más de estas cumbres?), pero como dice mi madre, lo que escucha por un oído, por el otro le sale de lo que se dice y discute de la emergencia global en estos eventos. Hubiera que tener más recelo de estos negacionistas que dicen sí a todo y hacen, con la mano izquierda, todo lo contrario.

OTRO SÍ. En este bestiario negacionista pudiera estar el representante de la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana quien está en el mismo carril del congresista y del gobernador regional en relación a la información y acciones sobre el cambio climático o de los pueblos indígenas en aislamiento. SEGUNDO OTRO SÍ. Leía las declaraciones del Gerente Regional de Transportes y Comunicaciones de Loreto que están en la línea de las rancias ideas sobre el desarrollo con carreteras de penetración, zona especial económica entre otras quimeras ¿Así imaginan las Amazonía tapándose los ojos que estamos en plena emergencia climática?

Un sociólogo peruano decía que las estadísticas dependen del aderezo que le echen. Pero, al margen de esos aliños, objetivamente nos quieren indicar algo. En lo posible es un dato de la realidad que nos puede servir, por ejemplo, para implementar o desarrollar políticas públicas. Hace pocos días veía un titular en un muro de FB, acompañado de un vídeo, donde salía el gobernador de la región Loreto, ufanamente sonriente y levantando la mano, en una camioneta policial junto con otras autoridades indicando con la imagen que con estas camionetas está apoyando a la seguridad ciudadana; recordemos que las estadísticas sobre el tema en la ciudad son alarmantes aunado a la queja ciudadana ¿? Pensé, ingenuamente, que iba a presentar una estrategia de seguridad ciudadana consensuada con la sociedad civil, quizás eso sea mucho pedir a esta autoridad que por sus gestos y presentaciones cree que todavía es candidato. Pero volvamos al tema de las estadísticas. Leía el boletín del INEI 2023 «Perú: formas de acceso al agua y saneamiento básico». Las cifras que nos señalan allí son realmente preocupantes para la región Loreto y no veo que desde las instancias de gobierno regional o municipal quieran enmendar lo que existe. Nos señala, por ejemplo, que la región de Loreto sigue ocupando el último lugar en que la población tiene menor cobertura de agua de la red pública. Sí, está en el último lugar con un 60, 3%, seguido de otra región amazónica como Ucayali. Otro dato, Loreto en el último lugar y penúltimo Ucayali, en que más del 50,04% de la población de la red pública no cuenta con agua permanente las 24 horas del día. Cualquier gobernante sensato debería ponerse a trabajar en el tema del agua y la ciudadanía atizar que el agua es un derecho fundamental y que no estamos para bromas. Para poner la guinda al pastel, en el rubro del alcantarillado, la situación no es para tirar cohetes. El boletín del INEI indica, aquí hay pleno amazónico en los últimos lugares con Loreto, Ucayali y Madre de Dios, que la cobertura en este servicio de alcantarillado es baja, en Loreto con el 45, 5%. El derecho de acceso al agua y al alcantarillado es clave para el desarrollo de otros derechos como el de la salud, a la educación, a la vida entre otros derechos y para el desarrollo de cualquier política y que los gobernantes no deberían desdeñar. El paseo en camioneta sería para otro momento. OTRO SÍ: El economista Roger Grandez señalaba en un escolio que en cuestiones de presupuesto la región Loreto había previsto para la fiesta de Carnaval, San Juan y Marca Loreto cerca de 35 millones de soles y para la Provincia del Putumayo 1,2 millones en el presupuesto de inversiones, dato que tiene muchas lecturas. La primera, es el total desatino para entender la región y el país.

Antes de escribir esta crónica me llega un correo electrónico del banco recordándome el día de San Valentín y, seguidamente, me indica ciertas opciones de consumo, como no, a través de una tarjeta de crédito. Me quedo pensando en unos segundos sobre la oferta y digo ¿De qué amor estamos hablando? Los orígenes de esta fiesta es que este santo católico de Roma promovía acciones a favor del amor universal y de la afectividad, este día tiene como fondo histórico una fiesta pagana que se realizaba en Roma sobre la fertilidad de las mujeres, ellas eran maltratadas. Con el tiempo se impuso la fiesta católica y se ha expandido por diferentes partes del mundo con diferentes matices, pero el sistema económico lo ha engullido vorazmente y tenemos que para celebrar el amor lo puedo hacer con la tarjeta de crédito. El ocio es un negocio, es la máxima de las leyes del mercado. Leía en un diario ideas para celebrar el día San Valentín y ofertaban once juguetes sexuales para celebrar al santo del amor (yo preguntaba ¿al amor hay que traducirlo como sexo?), ojo, el artículo señalaba que podías celebrar ese día con esos juguetes de manera individual o a dúo, es decir, la mesa está servida. Hasta este momento ya tenemos dos ideas diferentes de este día del amor: con la tarjeta de crédito o con los juguetes sexuales. Con el tiempo esa idea del amor romántico (y empalagosamente patriarcal) que se puede ver en las películas o en determinado tipo de novelas para celebrar ese día ha volado por los aires o al menos ha venido a menos y va cayendo en desuso. Recuerdo que un amigo dedicado a la hostelería en Iquitos me comentaba con sonrisa pícara que el día de San Valentín él se frotaba las manos porque tenía el aforo completo o al límite. Eran muy solicitadas por parejas (no me dijo sí eran heterosexuales u homosexuales), él tampoco preguntaba más detalles de su situación civil. Era y es un día bueno, casi el mejor del año, me dice entre carcajadas limpias. La idea primigenia de la fiesta del santo que plantó cara a la violencia con el tiempo, vertiginosamente, ha cambiado hasta vaciarla, quizás debemos pensar en renombrar este día para que se ajuste a la furiosa realidad.