Archivos para agosto, 2023

Hace unos días la presidenta de Perú, mandataria con altos índices de desaprobación de la ciudadanía a igual que el Congreso de la República, en una cumbre de jefes de Estado en Belém do Pará, en Brasil, habló sobre la Amazonía. Una cuestión previa: en los foros y mentideros de la florestanía (ciudadanía amazónica) pocos han hablado de esta intervención, la indiferencia de lo que se diga o haga en la Amazonía es realmente clamorosa; siendo está una característica muy amazónica, levantar los hombros y decir aquí no pasa nada; el centralismo ha obliterado el pensamiento y la crítica, nos ceñimos henchidos de pereza a escuchar lo que diga Lima. Dicha la cuestión previa, hay una mala costumbre o mala práctica cuando se habla en los foros, libros y en los artículos sobre la floresta casi de inmediato sobresalen los números; es una pésima práctica que hasta uno mismo ha incurrido. Lo que digo puede verse en los textos sobre los recursos naturales donde lo que más se resalta son las cifras: el río más largo del mundo, los altos porcentajes de flora y fauna, de los ingentes recursos pesqueros existentes, la cantidad de pueblos indígenas, las lenguas originarias que se hablan en otros dígitos que nos elevan a las alturas celestiales, aunque se olvidan que la Amazonía es una de las regiones donde menos se lee y convive con bibliotecas precarias, es decir, otros leen por nosotros ¿Tiene alguna utilidad apelar a estos pasmosos guarismos? Por los resultados en las políticas públicas en la floresta estas orondas cifras no han logrado persuadir a los políticos ni a la ciudadanía de a pie. El saldo sigue siendo negativo, miremos como ha crecido exponencialmente el discurso neoextractivista a la par de un sector ambientalista que son ciegos a la existencia de integrantes de pueblos indígenas aislados y no contactados como es el caso del desnortado alcalde de Contamana. Todo esto dentro de un contexto de gran alarma por el punto de no retorno al que hemos llegado, como dice el informe «Amazonía ha contrarreloj». Me parece que estos guarismos que se invocan en los discursos sobre los recursos naturales deben estar acompañados de acciones concretas a favor de estos números y los recursos sino todo esa edificación cuantificable es débil, se esfuma. No se logra convencer a nadie. En la alocución de la presidenta de Perú en Belem do Para hace gala de los números, además apela a un concepto vacío como el de una Amazonía con rostro humano o el mismo desarrollo sostenible ¿Qué quiere decir con eso? Porque del desarrollo sostenible se han apropiado con cinismo los extractivistas ¿Hay una experiencia práctica y exitosa que demostrar? ¿Es enjuagarse verbalmente para no decir nada? Los números y las acciones deben ir de la mano porque la retórica de los inflamados guarismos está agotada y genera el descontento de la florestanía.

¿Amazónica o amazónico soy?

Publicado: agosto 9, 2023 en Uncategorized

Hay una frase dicha por el Papa Juan Pablo II que ha quedado en la memoria popular del palustre, lo dijo ante la enfebrecida multitud devota que le escuchaba: ¡El Papa es charapa! Poniendo en contexto se entiende la frase, era para afirmar la presencia institucional de la iglesia en la Amazonia. Si, tenía sentido. Últimamente, digo hace unos años, muchas personas en el ámbito académico, intelectual y artístico se (auto) atribuyen ser amazónicas o amazónicos, así sin más. Pero esta atribución gratuita, lamentablemente, tiene un oculto carácter utilitario, de rápida rentabilidad, no como la del Papa Juan Pablo II, con este añadido quieren darse más caché a su pobre poza sociológica.  Es más, algunos van más allá, se autodeterminan indígenas, claro, ahí la renta es mayor y se cotiza al alza. En la reciente Feria Internacional del Libro de Lima se pudo advertir un rótulo que decía: escritores amazónicos y, al menos uno de los faunos retratados con sonrisa floja no era de origen amazónico. El atribuirse amazónico, quiero pensar, le dan los años que viven en la Amazonía o por los años que vienen estudiándola – inclusive hay «amazonologos» viviendo de la floresta, si, la frase da un poco de grima la verdad ¿Qué pasaría si un amazónico o amazónica se declara limeña tuviera la misma aceptación? Tengo sobradas dudas que no. De otro lado, recordemos que los amazónicos somos de la grey de vivalavirgen, nos da igual todo y a último momento nos ponemos las pilas. Pero creo que como dice el chiste hay que organizarnos, me explico.  Tenemos que exigirles a estos que se autodeterminan amazónicos más compromisos con la Amazonia y su entorno, pudiera ser por ejemplo, un férreo compromiso ambiental por la floristanía o ciudadanía amazónica como el reciclaje doméstico o tener presente en sus desplazamientos la huella ecológica. Recuerdo que cuando era pequeño en el colegio, a los muchachos de cabellos rubios le decían gringos supis, literalmente, pedo de gringo, pero quería significar algo así como gringos adulterados. Creo que a esa cofradía que se autodeterminan como amazónicos tan gratuitamente estarían en principio dentro de esta metafísica categoría: «amazónicos o amazónicas supis» hasta que se pruebe lo contrario. Cómo coda queda la moraleja: un poco de seriedad, no se puede expedir tan alegremente el pasaporte de amazónicos con alegría.